El Govern publicará un decreto ley sorpresa para restringir el alquiler de temporada. Actualmente, no está regido por la normativa de zonas tensionadas tal y como marca la última reforma de la ley de vivienda. Este tipo de alquiler se ha quedado en una especie de vacío legal, tanto en la ley española como en la catalana. Lo único que regula la ley española es que los contratos de temporada se deben firmar demostrando que es una estancia temporal y no residencia habitual. Y, como no lo son, no deben obedecer al nuevo índice que regula los precios.  

Todo ello favorece el auge de este tipo de contratos, aunque la motivación del alquiler no sea estrictamente la temporalidad. En términos jurídicos, la interpretación del alquiler de temporada en materia de vivienda configura un desarrollo de la propia jurisprudencia que genera mucha simulación contractual. Con este objetivo, el Govern de la Generalitat de Catalunya aplicará un decreto ley extraordinario que excluirá, prácticamente, todo el alquiler que se considera actualmente de temporada. Una medida inédita que se aplicaría de forma inmediata en Catalunya, mientras que en el resto de España todavía no se ha concretado, aunque el Gobierno español se encuentra en reuniones con patronales, sindicatos de inquilinos y otros actores del sector para regularlo.

Decreto ley antes de elecciones

La medida llega a las puertas de unas elecciones catalanas, las del 12 de mayo, a través de un decreto ley que comporta que se apruebe y, al día siguiente, ya entre en aplicación, en paralelo a la convalidación que puede tumbarlo o modificarlo en los treinta días posteriores. Todo ello genera una situación que puede despertar mucha incertidumbre en el mercado, si los cambios no se consolidan. Hay que recordar que el Gobierno español también se plantea la regulación de alquiler temporal, pero en tiempo y forma para encontrar la opción más consensuada.

¿Qué es un alquiler de temporada?

De esta manera, ON ECONOMIA ha podido saber que este decreto ley tiene la previsión de publicarse la semana que viene o antes, obviamente, de las elecciones. Con este decreto in extremis, el alquiler de temporada pasará a ser más restrictivo para su actividad económica. Si entramos en el ejemplo concreto, un alquiler de temporada ya no será válido por causas de estudio, trabajo o atención médica. Todos estos contratos en materia de vivienda pasarán a estar sujetos a la LAU que marca la normativa para la vivienda habitual. La única excepción serán los alquileres de temporada por vacaciones o turismo y también afectará a los alquileres de habitaciones o pisos compartidos. Ahora bien, habrá que leer muy bien la letra pequeña de este decreto para entender cómo se distinguirán unas viviendas de las otras y cuáles no pasarán el filtro de la 'temporalidad'. Los criterios podrían regirse por los periodos de solicitud, los justificantes como vuelos u otras actividades ligadas al turismo.

En paralelo, el Govern de Pere Aragonès también prevé hacer una diferencia excepcional con respecto al periodo del contrato. Así pues, no hará falta que se cierre un periodo mínimo de cinco o siete años, como está establecido en la LAU, en todas las viviendas no temporales, pero sí quiere poner límites a los precios del alquiler. Por lo tanto, a efectos prácticos, lo que sí se aplicará serán los mismos condicionantes como el concepto de zonas tensionadas o el régimen de los índices de referencia.

A partir de aquí, habrá que ver cómo afecta la medida a su efectividad y el recibimiento que tiene. Este alquiler se escapa del índice de referencia vigente aplicado desde el mes de marzo, y los propietarios consiguen precios por encima de la regulación con esta opción que, según cómo se utilice, es un fraude. Como ya explicamos anteriormente, la vivienda de temporada, considerada en el artículo 3 de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) como "arrendamiento para uso diferente del de vivienda", esquiva los límites actuales. El portavoz de los Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (API), Carles Sala, detalla que "en una ciudad como Barcelona, universitaria y que atrae talento internacional, el alquiler de temporada es una realidad configurada desde hace décadas". Pero detalla que desde que se aprobó la nueva ley de vivienda los API han recibido muchas "consultas" sobre esta modalidad y los agentes instan a "evitar la picardía que pueda derivar a constituir fraude de este tipo de alquiler". Es decir, piden a los propietarios que no firmen alquileres de temporada con inquilinos que quieren vivir de manera estable e indefinida en el inmueble.