La Generalitat ha reforzado el apoyo público al tejido industrial durante 2025 con una inversión que supera los 60 millones de euros, según datos facilitados por el departamento de Empresa y Trabajo. Se trata, según el propio Govern, de la línea de ayudas industriales más importante impulsada nunca desde la administración catalana, tanto por el volumen de recursos movilizados como por el número de proyectos beneficiados y el impacto económico asociado. El ejecutivo asegura que esta inyección de dinero ha contribuido a estimular una inversión privada cercana a los 327 millones de euros. La mayor parte de los recursos se han destinado a promover nuevas inversiones industriales, con una dotación de 49 millones de euros, mientras que el resto del presupuesto se ha repartido entre instrumentos de apoyo a la financiación, ayudas a la reindustrialización y mecanismos de garantía y participación de capital.
En total, han sido 491 los proyectos empresariales que se han beneficiado de estas líneas de ayudas, con una clara concentración en los sectores que tradicionalmente tienen más peso en las exportaciones catalanas. Fabricación de productos metálicos y automoción, agroalimentario e industria química aglutinan aproximadamente la mitad de las iniciativas subvencionadas, un dato que el Govern interpreta como una apuesta por reforzar los ámbitos con más capacidad de competir en los mercados internacionales.
El president de la Generalitat, Salvador Illa, ha dado a conocer estas cifras en un acto celebrado en Rubí (Vallès Occidental), ante un auditorio formado principalmente por representantes del mundo empresarial. Acompañado por el conseller de Empresa y Trabajo, Miquel Sàmper, Illa ha querido visualizar el compromiso del Govern con el tejido productivo y ha subrayado que las ayudas aprobadas permitirán consolidar cerca de 27.000 puestos de trabajo existentes y crear unos 2.000 nuevos. Entre los asistentes había dirigentes de organizaciones empresariales relevantes, como el presidente de la patronal Cecot, Xavier Panés, o el presidente de la Cambra de Comerç de Terrassa, Ramon Talamàs.
El peso histórico de la industria en Catalunya
Durante su intervención, Illa ha remarcado el peso histórico de la industria en Catalunya, recordando que desde el siglo XIX el país ha sido capaz de impulsar proyectos industriales con una clara vocación de futuro y de atraer mano de obra y talento de todo el Estado. Según el presidente, este legado de ambición e iniciativa es lo que explica que hoy la Generalitat quiera seguir apostando por proyectos estratégicos, como la posibilidad de que Catalunya acoja una gigafactoría, en un contexto de transformación tecnológica y energética de la industria europea. El conseller Miquel Sàmper, por su parte, ha situado las ayudas en una hoja de ruta compartida con los agentes sociales y económicos, con el objetivo de generar prosperidad y reforzar la competitividad del país. Ha destacado especialmente el carácter territorialmente equilibrado de las ayudas, con un impacto relevante en el Vallès Occidental pero también una presencia notable en el resto de veguerías.
Según los datos del departamento, Barcelona concentra el volumen más elevado de recursos, seguida de la Catalunya Central, el Penedès y las comarcas gerundenses, mientras que también se han destinado fondos a Lleida, Tarragona, las Terres de l’Ebre y el Alt Pirineu i Aran. Desde el punto de vista del perfil empresarial, el departamento de Empresa i Treball subraya que la gran mayoría de los proyectos beneficiados corresponden a microempresas y pequeñas y medianas empresas, que representan aproximadamente el 85% del total. Además, cerca del 40% de las iniciativas incorporan actuaciones vinculadas a la descarbonización o a la economía circular, una orientación que el Govern considera clave para adaptar el sector industrial a los retos ambientales y a los objetivos de sostenibilidad. En el caso concreto de las ayudas a nuevas inversiones industriales, el ejecutivo calcula que permitirán consolidar casi 26.900 puestos de trabajo y crear más de 1.500 nuevos.
Paralelamente a estas líneas generales, la Generalitat mantiene activos las ayudas específicas destinadas a la reindustrialización y al mantenimiento de la actividad productiva en empresas que se encuentran en situación de dificultad. Esta política busca evitar la desaparición de capacidad industrial y preservar el empleo mediante la reactivación de actividades que cierran o la atracción de nuevos proyectos. En la última convocatoria, se han aprobado doce iniciativas con una aportación pública de 2,8 millones de euros, que deberían generar una inversión privada de más de 4 millones y la creación de 350 puestos de trabajo.
El Govern pone como ejemplos proyectos de empresas de sectores diversos, desde el textil hasta la gestión de residuos, con el objetivo no solo de mantener el empleo directo sino también de garantizar la continuidad de las redes de proveedores locales. Finalmente, el ejecutivo recuerda que una parte relevante del apoyo a la industria se canaliza a través del Institut Català de Finances, mediante instrumentos que facilitan el acceso al crédito y reducen el coste de la financiación.
Durante este año, se han activado mecanismos de bonificación de intereses para proyectos vinculados a la industria 4.0 y líneas de garantía para operaciones de inversión y circulante, así como el apoyo a la participación de capital en proyectos industriales a través de Avalis. En conjunto, el Govern defiende que este conjunto de herramientas configura una política industrial integral orientada a reforzar la competitividad, preservar el empleo y asegurar que la industria continúe siendo un pilar central del modelo económico catalán.