La Comisión Asesora para el análisis del salario mínimo interprofesional (SMI) ha entregado este lunes a la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, su propuesta de subidas para el próximo año con una horquilla que va del mínimo en 1.046 euros por 14 pagas y un máximo de 1.082 euros, con dos intermedios de 1.054 y 1.066 euros. Los expertos consideran que se deben tener en cuenta que estas estimaciones se elaboran a partir del salario medio de los españoles de 2022 y el SMI es para 2023 y, por otro lado, la alta inflación. Por lo que sin decirlo, sugieren que debería irse a un rango alto de la banda.

Una vez que la vicepresidenta ha recibido el informe y cuenta con la banda de posibles subidas, convocará este miércoles a los agentes sociales, sindicatos y patronal, para negociar la subida. En ese momento, el Ministerio de Trabajo tendrá que comunicar cuál es su propuesta. No obstante, esta convocatoria quedará mermada, pues la CEOE ha anunciado que no asistirá a ninguna reunión con Trabajo por la presentación de una enmienda entre Bildu, UP y PSOE que abre la puerta a un control de la Inspección de Trabajo en las negociaciones en los expedientes de regulación de empleo (ERE). Aunque los sindicatos defendieron semanas atrás subir a 1.100 euros, recientemente el secretario general de CCOO, Unai Sordo, ya ha anunciado que se conformaría con 1.080 euros.

Combatir la pobreza

El informe, además de realizar los cálculos para la subida del SMI del año próximo, concluye que el aumento del SMI ayudó a reducir el riesgo de pobreza al 2,8% de la población española y 250.000 personas se habrían salvado de caer en una situación financiera de riesgo, según la profesora Inmaculada Cebrián, miembro de la Comisión encargada de presentar las conclusiones. Cebrián ha sugerido que hay que estar muy pendiente de la evolución de los precios, pues ha recordado que si se queda corto se podría revisar el SMI como establece la ley y ha insistido en que los colectivos más deprimidos económicamente son a los que más afecta la inflación.

Yolanda Díaz ha insistido en las bondades del SMI y recuerda que no se ha demostrado que afecta el empleo. “El SMI es una historia de éxito que ayuda a reducir la desigualdad en España, como recoge el informe de la comisión. Pero además, el propio Banco de España apuntaba los efectos en riqueza y desigualdad. Lo digo porque a veces se leen las cosas a medias”, ha señalado en referencia a la conclusión de ese informe del regulador bancario de que la subida del SMI de 2019 podría haber evitado la creación de 80.000 puestos de trabajo.

Un millón de empleos

Además, Díaz ha recordado que desde 2019 se ha creado un millón de empleos, a pesar de que el SMI ha subido un 33% y ha insistido la vicepresidenta en que además son empleos indefinidos de buena calidad. “Lejos de todas las teorías científicas, la subida del SMI no impacta de manera negativa en la creación de empleo” y ha insistido en que reduce la pobreza. Y ha remarcado que “en el G20, todos los países que visito, hay un nuevo consenso sobre el SMI, porque no hay una herramienta mejor para erradicar la pobreza”.

Respecto a la reunión del miércoles con sindicatos y empresarios, Díaz ha pedido a los agentes sociales que cumplan con su mandato constitucional, “se les llama a la mesa de negociación y deberían acudir”, en referencia a la decisión de CEOE de no sentarse con el ministerio de Trabajo; y no solo les pide que acudan a la llamada, sino que vayan a esa mesa con la mejor de las intenciones. Y sobre las posiciones de los agentes sociales, la vicepresidenta ha dicho ser consciente de las posturas de ambas partes, en referencia a los 1.100 euros de los sindicatos y la pretensión de los empresarios de congelar el SMI por las fuertes subidas de los últimos años.

"Dejar trabajar a los agentes sociales"

Díaz, una vez más, no ha querido desvelar la subida que planteará el Gobierno en la mesa del SMI y ha dicho que hay que dejar trabajar a los agentes sociales, aunque ha vuelto a recordar el impacto de la inflación. Pero ha matizado que “no se pone de parte, como no lo ha hecho nunca”. Y ha matizado que la Carta Social Europea mandata que el SMI debe ser “al menos el 60% del salario medio de los españoles”, respecto sobre la posibilidad de ir más allá de los 1.082 euros del rango máximo de la propuesta de la Comisión Asesora.

Respecto a la recomendación del informe que apunta que transcurridos seis meses, teniendo en cuenta cómo evolucione la inflación, se pueda revisar el SMI, la vicepresidenta ha recordado que varios países lo han hecho ya. Y sobre la posibilidad de que CEOE no se siente a la mesa, Díaz ha dicho que no desvela las conversaciones que mantiene casi a diario, pero ha insistido en que “pide responsabilidad constitucional”. Ha matizado que no les pide que asistan, sino que cumplan con su obligación y ha pedido que los agentes sociales no se contagien de la bronca política que se produjo la semana pasada. Además, ha lanzado un mensaje a la CEOE: “si alguien no acude a la mesa, tendrá que explicarlo a su país porque hay mucha gente sufriendo en estos momentos”.

Díaz ha matizado que si las conversaciones con los agentes sociales se alargarán más allá del 1 de enero, la decisión final de subir el SMI tendrá carácter retroactivo y se aplicará desde enero y sobre a cuántos trabajadores puede afectar la subida, la profesora Cebrían ha dicho que primero habría que conocer cuál será la subida. Hoy hay un 1,4 millones de trabajadores que cobran el SME.