Esta ha sido la semana de las largas colas a las puertas de la sede madrileña del Banco de España y de la caída de la página web del Tesoro a manos de compradores compulsivos de letras del Tesoro, atraídos por los tipos de la última subasta que colocó las de plazo a un año en el 2,93%. Los ahorradores españoles –después de años de tipos negativos y sin ver una respuesta de la banca a la subida de sus depósitos- han dado muestras de sabiduría: casi un 3% de rentabilidad avalada por el Estado español es una oferta merecedora de pasar frío en la calle.

Así, no solo se trata de ese casi 3%, sino de buscar alternativas que ofrezcan un riesgo muy bajo para establecer una comparativa válida. Una primera opción sería buscar letras en países del euro (sin riesgo de moneda) como Italia y Grecia, cuya deuda pública ofrece tradicionalmente más rentabilidad que la española. Pero ahora mismo, no es el caso. Las letras italianas a 1 año cotizan en el mercado al 2,992%, mientras que las griegas lo hacen al 2,997%. Un viaje innecesario que además estaría plagado de comisiones. Y recordar también el episodio de impago de la deuda griega a mediados de la pasada década que casi se llevó por delante la moneda única.

Otro activo comparable, aunque de mayor riesgo dependiendo del emisor, son los pagarés de empresa que también se emiten a plazos cortos (máximo de 18 meses de vida) para financiar a las compañías. Rafael Valera, consejero delegado y gestor de renta fija en Buy & Hold, apunta a que estos pagarés ofrecen rentabilidades entre el 3% y el 4% en plazos inferiores a 1 año, pero tienen dos inconvenientes para el inversor: hay ocasiones en las que como mínimo hay que invertir 100.000 euros que es el precio de un pagaré –las letras tienen un valor de 1.000 euros- y la dificultad para vender en el mercado estos activos porque en muchos casos son poco líquidos y es difícil venderlos antes de su vencimiento. Para un perfil de inversor más profesional, Valera recomienda adquirir bonos empresariales en el mercado de empresas muy sólidas y que tengan un vencimiento (amortización) próximo donde sí sería posible vencer a las letras. Pone como ejemplo, los bonos del BAT (British American Tobacco) a plazo de solo ocho meses con una rentabilidad del 3,5% y también de la aerolínea Wizz Air que vencen en enero de 2024 y ofrecen una ganancia del 4%. Por supuesto, se trataría de adquirir bonos de compañías solventes, con buena calificación financiera, “algo a lo que el pequeño inversor suele tener acceso únicamente a través de fondos de renta fija”.

El producto de ahorro colectivo que se nutre tanto de deuda pública (básicamente letras y bonos a corto) como de renta fija privada a corto plazo, es el fondo monetario. Estos fondos se han tirado años en negativo y empiezan a asomar la cabeza de la rentabilidad. Los datos del índice de Analistas Financieros Internacionales (AFI) sobre su comportamiento en enero apuntan a una rentabilidad media del 0,1%. Decepcionante aunque se multiplicase por doce meses. Pero en estos fondos monetarios es clave tanto la gestión como las comisiones que cobren por mover el dinero de los ahorradores. Una comisión alta reduciría el interés que se consigue con la compra de letras o pagarés. 

Según datos del buscador de fondos “quefondos”, en el primer mes del año, algunos han conseguido unas ganancias esperanzadoras. Destaca en primer lugar el fondo March Renta Fija corto plazo con un 0,28% (anualizado superaría el 3% de las letras) seguido del Renta 4 Renta Fija euro con el 0,22% o el Caixabank Monetario Rendimiento con un 0,21%. Como el resto de fondos, los monetarios aplican una comisión por gestionar el fondo y otra por la depositaría. Es imprescindible buscar los que menos cobren para que no se quede en ese pago la rentabilidad.

Los datos de “quefondos” sitúan como el más barato a Caixabank Monetario Rendimiento con un coste de gestión del 0,08% a la que sumar una depositaría de 0,02%. Por tanto, del rendimiento que obtenga el fondo con sus activos solo habría que detraer el 0,10% en comisiones. Abanca Fondeposito, Abante Renta Fija corto plazo, Fonditel Renta Fija corto plazo, PBP Ahorro corto plazo y Renta 4 Renta Fija euro tienen todos una comisión de gestión del 0,10% sobre el patrimonio. La comisión de depositaría oscila entre el 0,03% y el 0,05%. Así, no es casualidad que el fondo de Caixabank y el de Renta 4 se coloquen en el párrafo anterior entre los más rentables.

Depósitos hasta el 3,39%

Pese a la subida del precio del dinero que esta semana tenía un nuevo episodio con el alza de los tipos de intervención del Banco Central Europeo (BCE) hasta el 3%, los bancos siguen remoloneando para ofrecer depósitos que se acerquen a estos niveles. Hay que recurrir a entidades financieras pequeñas o a firmas fintech para conseguir una ganancia semejante a la de las letras del Tesoro. En cuanto al riesgo, recordar que todos los bancos dentro de la Unión Europea cuentan con un Fondo de Garantía de Depósitos que cubre los primeros 100.000 euros ahorrados por persona.

Renault Bank ofrece en estos días un depósito con una rentabilidad TAE (Tasa Anual Equivalente) del 2,83% con una inversión mínima de 500 euros. El bautizado como Depósito Tú+ exige la permanencia en el depósito durante el plazo pactado sin posibilidad de retirada del dinero. Para plazos más largos WiZink ofrece depósitos TAE al 2% (18 meses), 2,30% (25 meses) y 2,50% (36 meses). En el 2% también sacó el neobanco MyInvestor un depósito a 1 año para nuevos clientes y para clientes actuales que aumentasen su saldo. Este depósito retribuye este porcentaje hasta los 50.000 euros. Por último, también EBN Banco tiene un depósito TAE al 2,35% a plazo de 18 meses.

Una opción más exótica es la compra de depósitos en el extranjero que ofrece la plataforma de ahorro raisin.com. Lo depósitos con más rentabilidad son el que ofrece a  24 meses la entidad italiana Banca Progetto con un 3,39% TAE y el depósito de la firma portuguesa Haitong Bank a 24 meses con un 3,19% TAE y cuenta con sucursal en España. A plazo de un año la también italiana Banca Sistema da el 2,80%. Estos bancos, según la plataforma raisin.com, están cubiertos por el fondo de garantía europeo en caso de quiebra de la entidad. 

Dado que es posible que el BCE siga subiendo tipos, los expertos aconsejan no coger plazos muy largos, aunque, no por casualidad, estos sean los mejor retribuidos.

Indexados más baratos

Todas las rentabilidades de los depósitos están libres de comisiones. Y las comisiones son un quebradero de cabeza cuando los tipos, aunque subiendo, no ofrecen mucho margen. Así, los fondos llamados ETF se dedican a replicar un activo financiero y al no precisar gestión ofrecen unas comisiones muy bajas, emulando con la mayor exactitud posible el comportamiento de los mercados que pueden ser de acciones o de bonos.

En España, este tipo de productos –se pueden comprar directamente en el intermediario financiero- se ofrecen también en forma de carteras diversificadas. Por ejemplo, Indexa Capital ofrece una decena de carteras que van de menor a mayor riesgo. Las de menor riesgo –formadas en su mayoría por ETF- cuentan con un coste de gestión del 0,5% sobre el patrimonio, tal y como explica Unai Ansejo, CEO y fundador de esta firma. “Nuestra previsión a largo plazo de las carteras más conservadoras apuntan a una rentabilidad del 3,8%, aunque hay que recalcar que también es posible perder dinero en el camino”, explica. 

La gran ventaja que ve Ansejo en invertir mediante carteras es la diversificación. “Por muy solvente que sea el Estado y sus letras, creo que es un riesgo invertir en un solo emisor… y si no que se lo pregunten a los griegos”, concluye.