El pasado año tiene el triste saldo de sumar el mayor número de trabajadores muertos durante su jornada laboral desde 2009. Entre enero y noviembre han fallecido 770 personas en su puesto de trabajo, lo que supone un 18,6% más que en el mismo periodo del año anterior. Teniendo en cuenta que falta por contabilizar diciembre, se da por seguro que se superarán los 800 fallecidos durante 2022. A expensas de la cifra definitiva, es posible que se superen los 831 contabilizados en 2009 lo que supondría el número más alto de fallecidos en los últimos 13 años. Afortunadamente, quedará lejos de 2008, cuando se contabilizaron 1.065 personas en el registro de siniestralidad laboral del Ministerio de Trabajo.

El aumento de los fallecidos se ha producido principalmente en “la jornada”, ya en el puesto de trabajo, con 634 casos, un 19,4% de aumento sobre 2021, aunque también se produce un fuerte crecimiento del 15,3% de muertes “in itinere”, es decir en el traslado hacia y desde el puesto de trabajo, con 136 personas. Entre los motivos del fallecimiento, la principal, con 264 casos, ha sido una causa natural -infartos, derrames cerebrales- acaecidos en la jornada laboral; el segundo motivo ha sido quedar atrapado o aplastado o sufrir una amputación que ha costado la vida a 99 trabajadores; el tercero son los accidentes de tráfico con 90 casos; por golpes resultado de una caída han muerto 86 personas; 29 por choques o golpes contra un objeto en movimiento; y por ahogamiento 21, la causa que más aumenta frente a los 6 del año anterior. Los 45 casos restantes se han debido a “otras causas”.

Pero el año también ha registrado un incremento preocupante en el número de accidentes graves que hasta noviembre suman 4.369 casos, un 23,3% superior al mismo periodo del pasado año. En conjunto, hasta noviembre se han registrado 584.582 accidentes laborales, un 10,8% superior al ejercicio anterior, aunque la gran mayoría han sido leves.

Petición sindical

Un retroceso que se considera inaceptable por parte de los sindicatos. Ante las cifras de siniestralidad laboral, Pepe Álvarez, secretario general de UGT, ha dicho que urgen cambios y ha exigido al Ministerio de Trabajo que dirige Yolanda Díaz que abra una mesa con los agentes sociales para abordar reformas legislativas para poner coto a la “situación terrible de los accidentes de trabajo”.

Mariano Sanz, responsable de Salud y Medio Ambiente de CCOO, ha indicado que “llevamos demasiado tiempo advirtiendo que la recuperación de la actividad productiva tras la pandemia está asociada a un crecimiento descontrolado de los accidentes de trabajo”. Sanz ha mostrado su alarma pues se llevan 10 meses con incrementos porcentuales de 2 dígitos tanto en el número de accidentes con baja como en los mortales. Sin embargo, el responsable de salud laboral de CCOO se queja de que el Gobierno “no está mostrando la misma contundencia para poner en marcha medidas que atajen este problema” como sí lo ha hecho para enfrentar otras cuestiones como el paro, la temporalidad en empleo o la inflación. “Cualquier fenómeno que causara cerca de 900 muertes anuales en nuestro país desataría una ola de preocupación en la opinión pública y motivaría que las Administraciones pusieran en marcha planes urgentes y contundentes de intervención. Desgraciadamente, parece que los accidentes de trabajo se asumen como el canon que hay que pagar para mantener la actividad económica y no son una de las prioridades de acción del Gobierno”, ha añadido Sanz.

Cien muertes en Catalunya

La evolución de los fallecimientos en la jornada laboral ha sido muy desigual según las comunidades autónomas. El caso más exagerado se ha producido en Canarias que ha doblado (133%) los casos frente al pasado año, si bien en términos absolutos son 28 los trabajadores que han perdido la vida. En La Rioja, el número de defunciones ha crecido un 67% y en La Región de Murcia un 61%. En el lado positivo, se han reducido en Asturias, Cantabria y Andalucía y en Extremadura se repite el número de fallecimientos.

En términos absolutos, el mayor número de muertes se produce en Andalucía, con 134 defunciones, pero con una reducción del 1,5% respecto a 2021. Catalunya, donde 100 trabajadores han perdido la vida, está en segunda posición aunque en términos relativos su crecimiento, del 15%, está por debajo de la media nacional. Después está la Comunidad valenciana con 90 casos y un incremento del 43%, de los más altos, y tras ellos, la Comunidad de Madrid donde han muerto 87 personas entre enero y noviembre.

Respecto a los casos muy graves, Catalunya está entre los territorios donde más crecen, un 39%, trece puntos por encima de la media nacional y 576 trabajadores afectados. No obstante, el mayor incremento se produce en Baleares que ha doblado en número de trabajadores con accidentes graves, en concreto 135. Andalucía, dado su nivel de población, está en cabeza en términos absolutos con 1.055 casos en los once primeros meses del año, aunque con un 21% de subida se coloca por debajo de la media. La Comunidad de Madrid ha padecido 394 accidentes laborales graves, un 25% de aumento. Los casos graves descienden en La Rioja, Aragón y Asturias el pasado año.