En un movimiento que ha generado cierta inquietud entre los conductores, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha procedido a la retirada administrativa de la homologación de cuatro modelos concretos de balizas de señalización de peligro V-16. Esta decisión llega en un momento particularmente sensible: a escasos días de la entrada en vigor de su obligatoriedad para todos los vehículos que circulen por carreteras españolas, a partir del 1 de enero.

Los dispositivos afectados pertenecen a las marcas comerciales Don Feliz, The Boutique For Your Car, Ikrea y Call SOS. Es vital entender que la retirada no se debe, en principio, a un defecto de seguridad o a un mal funcionamiento técnico detectado en los dispositivos ya vendidos. Según ha precisado la DGT, la razón principal es la falta de renovación de los certificados administrativos por parte de los fabricantes o importadores una vez estos han expirado. Este requisito burocrático, pero esencial, forma parte del protocolo de control para garantizar que los productos en el mercado mantienen la conformidad con la normativa.

Esta situación ilumina un aspecto clave de la nueva regulación: la diferencia entre "homologación" y "uso legal". A pesar de que estos modelos ya no podrán comercializarse en ningún punto de venta, la DGT y la asociación de consumidores Facua han querido transmitir un mensaje de tranquilidad a los usuarios. Los conductores que hayan adquirido cualquiera de estos modelos antes de la fecha de retirada de su homologación podrán seguir utilizándolos con total normalidad y legalidad a partir del 1 de enero de 2026. La razón es que estos dispositivos, en el momento de su compra, sí estaban certificados y cumplen con todos los requisitos técnicos de seguridad exigidos para sustituir a los tradicionales triángulos reflectantes.

Las implicaciones de la medida

Este episodio se enmarca en la compleja transición tecnológica que vive el sector del automóvil. Las balizas V-16, que funcionan con luz y no con reflejo, suponen un avance en seguridad vial, ya que evitan que el conductor tenga que bajar del vehículo para colocar los triángulos, una acción especialmente peligrosa en autopistas o condiciones meteorológicas adversas.

Sin embargo, el auténtico reto de futuro es la implantación del sistema de baliza conectada. A partir del 1 de julio de 2026, todas las balizas homologadas nuevas deberán ser del tipo V-27 (conectada), capaz de transmitir la señal de peligro a la plataforma de la DGT de manera automática, alertando así al resto de usuarios a través de aplicaciones de navegación. Los modelos V-16 "no conectados" (como los ahora retirados) solo podrán usarse hasta el 1 de enero de 2030, fecha en que quedará prohibida su utilización.

La retirada de estos cuatro modelos actúa, pues, como un aviso de las exigencias crecientes del nuevo ecosistema de seguridad vial. Para los consumidores, el consejo es claro: a la hora de comprar una baliza, es imprescindible verificar no solo que está homologada, sino también la fecha de caducidad de esta homologación (visible en la propia baliza y en el portal de la DGT), y ponderar si conviene invertir directamente en un modelo conectado V-27, que será el estándar durante la próxima década. En definitiva, más allá de la noticia puntual, este hecho subraya la importancia de la educación y la información al conductor en un período de cambio normativo acelerado, donde la tecnología se convierte en el aliado fundamental para salvar vidas en la carretera.