Las empresas, sin ninguna excepción, están obligadas a entregar el documento que acredita el pago del salario a sus empleados. Conocida como la nómina, este documento acredita el dinero percibido semanal o mensualmente y debe contener una serie de conceptos que, además, si son erróneos pueden ocasionar problemas, tanto a la empresa como al trabajador, cuando ambos liquiden sus impuestos con Hacienda. Es por ello que es primordial que los trabajadores repasen los conceptos que figuran en las nóminas para verificar que no se han cometido errores involuntarios por parte de la empresa, a pesar de que los procesos de gestión de nóminas en casi todas ellas están digitalizados, pero la introducción de los datos puede fallar.

Todos los indicadores que constan en una nómina son importantes, pero primero y principal, hay que revisar los datos personales. Son datos como el nombre completo, número de identificación fiscal (NIF o NIE), número de la Seguridad Social y dirección de residencia. Cabe señalar que el trabajador también tiene la obligación de informar a la empresa si alguno de estos conceptos varía con el tiempo. Lo más asiduo es el cambio de domicilio permanente del trabajador que, dicho sea de paso, se le puede pasar por alto a la empresa, puesto que es un tema personal de cada empleado. Por lo tanto, es mejor comunicarlo de inmediato.

Además, en segundo lugar hay dos cuestiones relevantes: las cotizaciones a la Seguridad Social, así como de las retenciones que te han practicado a cuenta del impuesto sobre la renta de personas físicas (IRPF). Los errores en este cálculo pueden resultar en problemas con las autoridades fiscales y, en última instancia, en multas. Este capítulo corresponde directamente, en líneas generales, a los responsables de administración y personal de la empresa, puesto que son ello los que deben conocer en cada caso que deducciones fiscales tienen que aplicar al trabajador. Aunque no está de más que los empleados se informen de si sus deducciones corresponden con lo que establece la Seguridad Social y la Agencia Tributaria, con base a los parámetros que estén en vigencia por ley.

Conocer las cláusulas del convenio

Hay otras circunstancias personales que también alterar el salario mensual. Son situaciones como cambios en la jornada laboral o permisos de maternidad/paternidad, además de las horas extra trabajadas en caso de que la empresa tenga un convenio que establezca su remuneración. Ahí está otra de las claves determinantes de la retribución salarial: el convenio colectivo de sector o el convenio de empresa. En ambos casos, la empresa y los representantes de los trabajadores han pactado las tablas salariales por categorías de empleado y responsabilidades, los aumentos pertinentes -generalmente anuales-, el pago por concepto de hora extra y otros posibles complementos como primas de productividad, la nocturnidad, la libre disposición, o la antigüedad -los llamados trienios y quinquenios-. Todos y cada uno de estos epígrafes están diferenciados en las nóminas y, por lo tanto, deben figurar separadamente. Con ello es más fàcil su supervisión.

Estos errores pueden cometerse involuntariamente por parte de los departamentos de gestión de personal y administración de las empresas. Además, la empresa también debe tener cuidado con sus propios datos fiscales. En las nóminas debe figurar los datos básicos sobre su actividad como:

  • Nombre legal de la empresa (no el comercial, sino el que aparece en el registro).
  • Domicilio social.
  • Código de identificación fiscal (CIF).
  • Código de cotización de la Seguridad Social.
  • Periodo de liquidación (el periodo por el que se abona la nómina).
  • Centro de trabajo.

En la relación, según el pacto laboral entre empresa y trabajador, es posible encontrar el pago de las dietas, plus de transporte, gastos de locomoción u percepciones no salariales.