Ahorrar dinero es como hacer deporte: practicar actividad física por primera vez no es difícil, pero con el tiempo ganarás habilidad y te pondrás en forma. El mismo principio se aplica al ahorro. Hay que mirarlo como un deporte nuevo: vuestras finanzas mejorarán paso a paso. Los cuatro pasos a seguir para equilibrar las finanzas personales se basan en completar el presupuesto y el balance para establecer las prioridades, dejarse aconsejar, dedicar el ahorro a los otros puntos débiles del balance y, en último término, anotar el ahorro en el balance y el presupuesto.

Presupuesto y balance

De entrada, el balance es una instantánea de vuestra situación financiera en un momento concreto. Si aparece en vuestro balance una deuda importante, vuestros ahorros se tendrían que asignar como prioridad a pagar las deudas sobre las cuales tenéis que pagar intereses elevados. Hacer el balance es crucial: entonces podréis concentrar vuestros esfuerzos donde realmente haga falta. Por otra parte, es recomendable elaborar un presupuesto mensual, que también puede ser trimestral o anual, pero es importante tenerlo. Para prepararos para hacer un presupuesto, podéis conservar todas las facturas de compra durante los dos o tres meses anteriores al ejercicio. A continuación, agrupad todas las facturas por tipología de artículo. También se puede utilizar el extracto de las transacciones mensuales que proporciona el banco. De este modo, obtendréis un retrato real de la situación y no un retrato basado en percepciones.

Podéis beneficiaros de tratar con un representante autorizado que os ayudará a maximizar vuestras inversiones según vuestra situación personal, el perfil inversor y la tolerancia al riesgo. Él os guiará en la planificación de vuestras finanzas para que podáis ahorrar de acuerdo a vuestras posibilidades. Sin embargo, tened en cuenta que no es él quien ahorraráeso sigue siendo vuestra responsabilidad. Tened cuidado con los llamados coach económicos, ahora están muy de moda a través de redes sociales como Instagram, pero tampoco os darán soluciones milagro y, algunos, no son unos auténticos expertos en la materia. Al establecer el presupuesto, quizás os habéis dado cuenta de que estáis gastando grandes cantidades en los seguros de propiedad, vida y salud. Sin embargo, dejar de tener seguros para ahorrar es muy arriesgado. Por ejemplo, si no tuvierais seguro, ¿cuáles serían las consecuencias en vuestras finanzas, si un incendio destruyera vuestro hogar, si un accidente os impidiera trabajar, o su murierais? Por otra parte, contratar más pólizas puede comportar gastos innecesarios. Por lo tanto, tenéis que evaluar esmeradamente vuestras necesidades. Las primas de seguros de automóvil se pueden duplicar de una aseguradora a otra. Determinad la cobertura que queréis y comparad con varios agentes, corredurías o aseguradoras. Así obtendréis la misma seguridad, pero por menos dinero. Otro consejo: comprobad si un contrato de seguro de un automóvil de dos años os ofrecería un mejor precio. Si nos centramos en las consideraciones generales que afectan a la cuesta de otoño, organizaciones como la misma OCU subrayan dos grandes bloques.

Evitar créditos rápidos

Si se necesita financiación adicional, hará falta comparar ofertas y revisar las condiciones de los préstamos. Y también es importante evitar los créditos rápidos y las tarjetas revolving o similares. Las tarjetas revolving son una modalidad de tarjetas de crédito que permiten pagar las compras a plazos, a través de cuotas periódicas que incluyen el pago de unos intereses y comisiones. Tienen establecido un límite de crédito disponible y, con cada cuota que se paga, se puede volver a disponer del importe del capital que se amortiza. Hay que tener una precaución especial con el uso de este tipo de tarjetas, ya que los intereses que se aplican al capital endeudado son elevados y oscilan entre un 20% y un 30%. Un porcentaje muy alto que viene acompañado, por norma general, de una cuota mensual pequeña respecto de la deuda acumulada, que provoca que la amortización total se haga en un plazo muy largo y que la cifra de intereses vaya aumentando. Asimismo, este tipo de tarjetas hace que no sea posible emitir un cuadro de amortización previo (como sí pasa, por ejemplo, si se contrata un préstamo), ya que tanto la deuda como las cuotas mensuales son variables.

Compra de ropa y tecnología

Por donde se pierde más gasto y, a veces, innecesaria. Reutilizar la ropa del año anterior y tener en cuenta que muchas de las piezas estropeadas pueden repararse o reutilizarse. Comprar ropa de segunda mano y dar o vender la que no se utilizará. Evitar los gastos superfluos o innecesarios y si hay que hacer alguna compra de elevado coste, y se puede esperar las rebajas, si no busca en mercados de segunda mano o donaciones. Algunos equipos informáticos, móviles, tabletas y dispositivos electrónicos pueden actualizarse, limpiarse de archivos temporales y posibles virus o malware que ralentizan su funcionamiento, cambiar algunos programas por versiones más ligeras o incluso el sistema operativo, para mejorar el rendimiento y alargar la vida útil. En algunos ordenadores se pueden instalar componentes nuevos para mejorar su rendimiento, lo cual será más económico que comprar uno nuevo.

En último término, los costes de alimentación han tenido una subida histórica. El 94% de los más de 180 productos que componen la cesta de la compra de la OCU se han encarecido, cosa que no ha pasado nunca. Por eso se recomienda planificar las compras y solo pagar por lo que se necesite. En esta línea, te recomendamos evitar tirar comida y si queda alguna sobra optar por reutilizarla en otros platos o congelarla. Una buena opción es buscar las ofertas y evitar las grandes compras, sobre todo de productos frescos con una fecha de caducidad cercana, que al final pueden acabar en la basura.