La rehabilitación energética de viviendas y edificios con fondos europeos Next Generation se aventura como un fracaso en Catalunya, si su gestión no da un giro de 180 grados. Prácticamente, en dos años desde la puesta en marcha de este programa de ayudas —noviembre de 2021—, solo se han otorgado un 2,5% de los recursos previstos. En concreto, el ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, a través de la Generalitat, ha autorizado expedientes equivalentes a 12 millones de euros en ayudas, de los 480 millones que el plano estatal de recuperación, transformación y resiliencia ha otorgado a Catalunya para el periodo 2020-2026.

Después de 14 meses útiles, se evidencia que la complejidad administrativa y la lentitud en el proceso de resolución de expedientes por parte de las tres administraciones —municipal, autonómico y estatal— está ralentizando la llegada de los fondos económicos a la ciudadanía; con la coletilla de que la información que se ha divulgado no ha estado del todo explícita con el fin de difundir las ventajas de este tipo de ayudas. "Si estos fondos europeos no encuentran destinatarios, perderemos una oportunidad histórica para poder financiar la transformación energética de viviendas y edificios en las mejores condiciones posibles", advierte Celestí Ventura, presidente del Colegio de la Arquitectura Técnica de Barcelona (Cateb).

Los expedientes con resolución favorable de la administración corresponden a un total de 1.558 viviendas que se reparten entre pisos de particulares, edificios plurifamiliares y casas unifamiliares, pero esta cifra es poco más de la mitad de la escasa demanda existente. De hecho, en las Oficinas Técnicas de Rehabilitación que se han creado —vinculadas los colegios profesionales de administradores de fincas, de arquitectos y de aparejadores, arquitectos técnicos e ingenieros de edificación— hay acumulados expedientes equivalentes a 2.500 viviendas. "Seguimos hablando de números irrisorios si se tiene en cuenta que en Catalunya cerca del 70% del parto edificado, que ronda los 4 millones de viviendas, tiene carencias energéticas porque son inmuebles construidos hace más de 45 años, antes de que se establecieran las primeras regulaciones técnicas sobre medidas energéticas", explica Ventura.

Por tipología de vivienda, la Agencia Catalana de la Vivienda no tiene datos desglosados. Solo con respecto al volumen de las ayudas concedidas que muestran como de los 12 millones otorgados, 7 millones corresponden al programa de edificios plurifamiliares o unifamiliares que han tramitado comunidades de propietarios o particulares, y casi 1,8 millones se han tramitado gracias al programa en el cual tienen acceso los ayuntamientos. Este último capítulo, denominado programa de Barris, es también una subvención destinada a la rehabilitación de edificios de viviendas con criterios de eficiencia energética, pero que se tramita por iniciativa municipal. Dejando de lado Barcelona capital y su área metropolitana, el departamento de Derechos Sociales, a través de la Agència de l'Habitatge de Catalunya, activó a finales del año pasado un total de 97 millones de euros para la mejora de los barrios de 38 municipios de Catalunya, para rehabilitar 7.944 viviendas en 100 barrios. "Pero el cierto es que este programa también está en punto muerto, explica Ventura, porque si bien es fácil para los consistorios identificar cuáles son los edificios que muestran más carencias energéticas, falta personal técnico para poner en marcha todos los expedientes". "Cada solicitud incluye 27 documentos, muchos de ellos con características técnicas, que se tienen que llenar," sentencia.

Mientras, en la otra cara de la moneda, se encuentran comunidades autónomas como el País Vasco, donde a mediados del pasado mes de junio ya se habían agotado todos los fondos europeos Next Generation destinados a la rehabilitación energética de edificios. En concreto, han repartido 130 millones de euros que favorecerán las mejoras en sostenibilidad de 15.600 viviendas. Y los responsables del departamento de vivienda del gobierno vasco ya han avisado: esperan conseguir nuevos fondos en junio del 2024, a consecuencia del reparto de excedentes no gastados por otras comunidades autónomas. Al mismo tiempo, a la Comunidad de Madrid el desarrollo del programa también le va bastante viene. Acaba de ampliar en 50 millones de euros los fondos disponibles para los edificios de la región, disponer de un total de 94 millones de euros destinados a edificios plurifamiliares.

Conscientes de la situación, el ministerio español hace solo unas semanas que ha creado una web por encontrar la información necesaria para saber en qué consiste el programa, como solicitar las subvenciones y como resolver las dudas que puedan surgir, con la ayuda de las oficinas de rehabilitación de cada comunidad autónoma, los técnicos y los agentes rehabilitadores. En este sentido, el presidente del Cateb argumenta que, si bien para un particular que quiera hacer reformas en su vivienda habitual, contar con una ayuda de un máximo de 3.000 euros, "puede no ser demasiado atractivo teniendo en cuenta la inversión que se tiene que hacer, que está en torno a los 15.000 euros, y la complejidad administrativa que se requiere," sí que lo ve "muy interesante para edificios plurifamiliares" que consiguen "saltar el obstáculo de poner de acuerdo a todos los residentes". Eso es así porque en el caso de los edificios para acceder a las ayudas hay que conseguir un ahorro del consumo energético del 30% como mínimo para obtener una subvención del 40% del coste, con un máximo de 6.300 euros/vivienda. Si el ahorro es del 45%, la subvención es un 60%, con un máximo de 11.000 euros/vivienda; y si se pasa del 60% de ahorro energético, la ayuda cubre el 80%, con un máximo de 18.000 euros/vivienda). Se prevé la posibilidad de que haya subvenciones de hasta el 100% en casos de personas vulnerables.

De todos modos, dado que los presupuestos de este tipo de obras de mejora "acostumbran a ser altísimos", la realidad de la demanda y el reparto de los fondos evidencia que "no están favoreciendo en los inmuebles más precarios, ni a las familias más desfavorecidas," por ello Ventura duda que se pueda cumplir el objetivo más social que "pretendidamente" tenían estos programas de ayudas europeas. Dando un repaso de las solicitudes presentadas se observa una mayoría de casas unifamiliares que recibirán unos 18.000 euros, "podríamos decir que muestran un tique de unos 53.000 euros por término medio del coste de la obra", manifiesta Ventura. De todos modos, "poco a poco" se va invirtiendo la tendencia respecto de las casas unifamiliares, muy predominante hasta ahora.

El presidente del Cateb insiste en el hecho de que es una muy buena oportunidad para las comunidades verticales —edificios de una sola propiedad—, porque además de la subvención a que tienen acceso, se puede acceder a financiación bancaria a 10 años (con una de cadencia) y "sobre todo porque las ganancias vienen del ahorro en el coste de las facturas energéticas, tan comunitarias como de cada una de las familias residentes". En el caso de los edificios plurifamiliares o unifamiliares, los residentes -personas físicas- pueden deducir los gastos de las obras en el IRPF, durante tres años.