Catalunya, Andalucía, País Vasco y la Comunidad Valenciana se unen a otras 23 regiones de la Unión Europea donde la industria de semiconductores tiene presencia para promover el desarrollo de un sector que el bloque comunitario quiere impulsar en los próximos años y defender conjuntamente sus intereses.

El objetivo es promover el crecimiento y la competitividad de la industria de chips en esas regiones, según recoge el acta fundacional de la Alianza, presentado este jueves en el Comité Europeo de las Regiones (CdR). Para ello, buscan compartir conocimiento y buenas prácticas, potenciar la innovación, apoyar el desarrollo de cadenas de valor integradas y reducir las dependencias unilaterales, sobre todo en las materias primas críticas.

En la alianza participan regiones alemanas -las más numerosas, con diez de las veinticuatro implicadas-, francesas, italianas, holandesas, portuguesas, austríacas, belgas, finlandesas, checas e irlandesas, así como Gales, en Reino Unido pese a que el país ya no forma parte de la UE.

Reducir la dependencia actual de Asia y EE.UU.

El CdR pretende que la iniciativa acompañe la implementación de la recién aprobada Ley Europea de Chips, con la que la UE busca duplicar su producción de semiconductores para cubrir en 2030 un 20% de la producción mundial de estos componentes, esenciales para todo tipo de bienes digitales o industriales, y reducir así su dependencia actual de Asia o Estados Unidos.

Las regiones se han fijado, entre otros objetivos, examinar con la mayor agilidad y rapidez posible la concesión de ayudas públicas a esta industria, aprovechando las facilidades que ha introducido para ello Bruselas, o asegurar un suministro suficiente de agua, energía o materias primas a este sector, creando, si es necesario, redes europeas para ella.

También buscan cooperar para expandir las redes de investigación y desarrollo entre los diferentes territorios para mejorar el atractivo de Europa como destino para la industria, realizar eventos conjuntos para poner en contacto a la industria con otros actores del sector y defender conjuntamente sus intereses ante las instituciones.

Competitividad y geoestrategia

El secretario de Empresa y Competitividad de la Generalitat de Catalunya, Albert Castellanos, enfatizó, durante su participación en el CdR, la necesidad de impulsar las empresas europeas para que sean "líderes globales". No obstante, abogó por equilibrar la inversión extranjera con la protección de las empresas locales, mayoritariamente pymes (pequeñas y medianas empresas).  "Somos plenamente conscientes de que la resiliencia en el suministro y la producción de chips no es sólo una cuestión de competitividad industrial, que lo es, sino también una prioridad geoestratégica para todo el proyecto europeo", dijo.

"El impulso del acto de hoy es una señal de que la Comisión Europea quiere alcanzar la soberanía en la producción de semiconductores y dejar de ser un agente más para convertirse en un líder que aporte beneficio y prosperidad a las regiones y países de la UE", dijo en declaraciones a EFE el secretario autonómico de Industria, Comercio y Consumo de la Comunidad Valenciana, Felipe Carrasco.

Carrasco explicó que su comunidad es "el clúster de referencia español de la producción de microchips", pues cuenta con cinco centros de diseño de chips y concentra más del 50 % de los trabajadores especializados del sector en España. "Pensamos que este tipo de iniciativas pueden ayudar a nuestras empresas, reforzar su valor añadido y dar competitividad a nuestro territorio", dijo.

En esta línea, la consejera de Economía, Hacienda y Fondos Europeos de la Junta de Andalucía, Amelia Martínez, subrayó que "es fundamental conseguir la autonomía de los microchips en Europa". Así, Martínez insistió en la capacidad de Andalucía para desarrollar la industria de los semiconductores y del ecosistema del microchip al contar con infraestructura (puertos, aeropuertos, parques tecnológicos), energías renovables, talento humano y ocupar una posición estratégica clave al ser el paso entre la UE y África.