La capacidad de la economía española para crecer, que ha llevado a un estancamiento en las dos últimas décadas en términos de renta y de poder adquisitivo de los españoles, es el gran reto con el que deberá enfrentarse el Gobierno saliente de las urnas tras la cita electoral del 23J, según la opinión de los economistas José Luis Feito, expresidente del Instituto de Estudios Económicos (IEE) y miembro del Comité Ejecutivo y de la Junta Directiva de la CEOE, y José María Serrano, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Zaragoza. Se trata de un nuevo debate del Consejo General de Economistas de España de cara a las próximas elecciones generales del 23 de junio y los retos en el ámbito financiero de los próximos años. Aumentar la productividad de la economía, y de las propias empresas, se convierte, según estos economistas, en la única manera de conseguir que España recupere su capacidad de crecimiento no en términos de PIB, sino de renta per cápita.

Preguntado por las fortalezas y las debilidades de la economía española que heredará en futuro gobierno, Feito ha apuntado este martes como punto fuerte el sector exterior, aunque de una manera coyuntural, pues opina que la pujanza exterior no va a durar mucho tiempo. Sobre la debilidad, señala que la economía española lleva 15 años estancada y la renta per cápita es la misma que en 2005. “Deflactado, los españoles tienen el mismo nivel de vida que hace dos décadas. Sin embargo, el resto de los países comunitarios sí han mejorado, por lo que se aumenta la brecha”. Feito ha señalado que en 2005, la renta per cápita media de los españoles equivalía al 93% de los ciudadanos comunitarios, actualmente es del 85%.

En opinión del economista y miembro de la CEOE, la escasa productividad de la economía española está detrás de estas debilidades, por lo que recomienda al futuro Gobierno tomar medidas en todos los campos económicos para ayudar a aumentar la productividad de las empresas. El catedrático de la Universidad de Zaragoza coincide con el diagnóstico. La economía española adolece de una falta de crecimiento, un problema que es estructural, producto de la baja productividad se mida por el parámetro que se mida, dice Serrano, “bien en productividad por hora trabajada, bien por el total de los factores”. Y sin productividad es imposible crecer, remarca.

En referencia a elementos que influyen en la baja productividad, el profesor universitario señala, entre otros, la baja empleabilidad en el mercado de trabajo, pues con tasas del 13% de paro, existe un problema de ofertas de empleos sin cubrir señala. Lo que explica que ese 13% de parados, unos tres millones, son lo que se considera paro estructural, de baja ocupabilidad. Algo que se repite también en otros mercados, más allá del laboral, como el capital productivo o la Investigación y Desarrollo, uno de los elementos cruciales para elevar la productividad.

Seguridad jurídica

Pero Serrano ha hecho especial hincapié en la merma de productividad que supone la profusión de normas que generan inestabilidad a las empresas. “Tenemos un marco legislativo profundamente perturbador para el funcionamiento de la economía” que sustenta en un informe del Banco de España que señala que desde 1978, se han aprobado 400.000 normas, solo en 2021 unas 12.000 y, según datos provisiones, unas 11.000 el año pasado, contemplando normas estatales y autonómicas.

Feito se ha mostrado mucho más duro con la generación de normas, que se relaciona directamente con una inseguridad jurídica por los cambios que han de afrontar las empresas. En referencia a los últimos cinco años, de gobierno del PSOE con o sin coalición, el directivo de la CEOE califica el balance de desastroso, que suaviza luego a un “balance malo”.