A partir del año que viene, los trabajadores españoles que se jubilen se encontrarán con un sistema de pensiones renovado y dispondrán de una elección crucial para el cálculo de su prestación: optar por el método actual basado en los últimos 25 años de cotización o por uno nuevo que amplía el periodo de cálculo a 29 años, permitiendo excluir los dos ejercicios con las bases más bajas.

Este cambio, contemplado en el Real Decreto-ley 2/2023, constituye el núcleo de una de las reformas más significativas de las últimas décadas. Su implantación no será inmediata, sino que se desarrollará de forma progresiva a lo largo de un periodo de 12 años, hasta 2037, garantizando que cada pensionista pueda seleccionar la opción que más le beneficie.

La fórmula actual, que seguirá vigente, calcula la base reguladora, sumando las bases de cotización de los últimos 25 años (300 meses), actualizadas por el IPC, y dividiéndolas entre 350. La nueva alternativa, diseñada para ofrecer mayor equidad, amplía el periodo de cálculo a 29 años.

En concreto, se tomarán las bases de cotización de los últimos 304 meses (25 años y 4 meses), se descartarán las 24 correspondientes a los dos años más desfavorables, y la suma resultante se dividirá entre 352,33.

Este sistema beneficia especialmente a quienes han tenido trayectorias laborales irregulares, con episodios de desempleo o bajos salarios, al permitir eliminar los periodos que más penalizarían su pensión.

Paralelamente, continúa el calendario de aumento de la edad legal de jubilación. En 2026, se exigirán 66 años y 10 meses para acceder a la jubilación ordinaria a quienes no acrediten al menos 38 años y 3 meses de cotización. Este proceso culminará en 2027, fijando la edad legal en 67 años para quienes no superen los 38 años y 6 meses de aportaciones.

Además, en 2026 continuará el desarrollo progresivo de otras medidas clave de la reforma:

-Base máxima de cotización. Seguirá incrementándose, según el IPC más un 1,2% adicional, mientras que las pensiones máximas se revalorizarán con la inflación más un complemento del 0,115% acumulativo anual.
-Cuota de solidaridad. Se aplicará un tributo del 1% sobre la parte del salario que exceda la base máxima, una cifra que irá aumentando paulatinamente en los próximos años.
-Mecanismo de equidad intergeneracional. Una aportación extra que irá creciendo anualmente para nutrir el Fondo de Reserva, garantizando la sostenibilidad del sistema sin recortar las pensiones iniciales.

En conjunto, estas modificaciones representan un esfuerzo estructural para adaptar el sistema de pensiones a la nueva realidad demográfica y del mercado laboral, combinando flexibilidad para el trabajador con refuerzos en la financiación para asegurar su viabilidad futura. 

El número de pensionistas de jubilación en España ha alcanzado una cifra histórica, superando por primera vez la barrera de los 10 millones de personas, según los últimos datos publicados por la Seguridad Social.  El importe medio de la nueva jubilación se sitúa en 1.425 euros mensuales, también en máximos históricos.

Sin embargo, persiste una brecha de género significativa: la pensión media de los hombres (1.618 euros) supera en más de 300 euros a la de las mujeres (1.150 euros), una diferencia que evidencia las desigualdades laborales y de cotización acumuladas a lo largo de décadas.