El Banco Central Europeo no se sale de su hoja de ruta para frenar la inflación y ha vuelto a subir los tipos en 50 puntos básicos. El organismo monetario, que había sembrado dudas en el mercado por el calado de la subida, mantiene el pie en el acelerador para rebajar el IPC de la eurozona. Con la de hoy, la institución monetaria ha acometido cuatro subidas de tipos en lo que va de año. Esta última rompe con la tendencia de las alzas de 0,75% que había llevado a cabo en las reuniones de septiembre y de octubre.

Europa cerrará el año con los tipos de interés en 2,50%, el nivel más elevado desde diciembre de 2008. Pese a que la inflación va rebajando poco a poco, ésta todavía dista de los márgenes deseados por el organismo liderado por Christine Lagarde. La máxima mandataria del BCE dejó claro que harían las subidas de tipos que fuesen necesarias para rebajar la elevada tasa del IPC.

Con esta última subida, el BCE entra en un terreno restrictivo que, para muchos analistas, puede ser el punto álgido para contemplar una rebaja de las subidas en los primeros compases de 2023. Todo dependerá de cómo evolucione el IPC europeo.

Por lo pronto, la subida de hoy puede traducirse como un cambio de discurso del BCE. Aunque la política monetaria sigue siendo restrictiva y el tono hawkish aún está presente, varios oradores del Banco Central abogaban por una subida de tipos más prudente que las anteriores. Lagarde y De Guindos dejaron claro que el alcance de esta nueva variación monetaria dependería de los datos de la eurozona.

El organismo, en un comunicado lanzado con el anuncio de la subida de tipos, ha asegurado que seguirán elevando los tipos de interés hasta alcanzar el umbral del 2% de IPC. "Los tipos de interés tendrán que incrementarse aún significativamente a un ritmo sostenido hasta alcanzar niveles suficientemente restrictivos para asegurar que vuelvan a situarse de forma oportuna en el objetivo del 2 % a medio plazo", explica el organismo con sede en Frankfurt. El BCE estima que la inflación promedio se situará sobre el 8,3% en 2022

El BCE reducirá su cartera de compra de activos

En el mismo counicado, el BCE también ha informado de que su programa de compras de activos (APP por sus siglas en inglés) descenderá a "un ritmo mesurado y predecible". "El Eurosistema no reinvertirá íntegramente el principal de los valores que vayan venciendo", concluye el banco central. Así, el organismo central apunta a que el descenso será de 15.000 millones mensuales hasta el final del segundo trimestre de 2023. 

El Banco Central Europeo sigue la estela de la Reserva Federal, que en la jornada de ayer elevó los tipos de interés en 50 puntos básicos. Además del BCE, la mañana ha estado marcada por las alzas de tasas de interés que también han llevado a cabo los bancos centrales de Inglaterra, Suiza y Noruega.

El BoE sigue la estela del BCE y la Fed

A lo largo de la mañana, el Banco de Inglaterra también se ha pronunciado para combatir la inflación. En su caso, el organismo central británico ha decidido elevar los tipos de interés en 50 puntos básicos hasta el 3,5%. Con el alza de hoy, Inglaterra cerrará el ejercicio con los tipos de interés más elevados de los últimos 14 años. Al igual que sus homólogos internacionales, el BoE también viene llevando a cabo una estrategia monetaria restrictiva que tiene por objeto reducir la incesante inflación.

El país británico mantiene unos niveles del 10,7%, según los últimos datos correspondientes a noviembre. Pese a que el IPC de Inglaterra redujo desde los 11,1% que mantenía el pasado octubre, siguen siendo cotas excesivas que distan de lo que quieren el Banco de Inglaterra. Sin ir más lejos, la inflación sigue estando en los niveles más elevados de los últimos 40 años. El desempleo subió al 3,7% en lo tres meses hasta octubre.

No hay que olvidar que el país, pese a haberse estabilizado en materia político-económica, vivió un momento convulso con la política monetaria de la exprimera ministra, Liz Truss. La elegida por delante del ahora primer ministro, Rashi Sunak, prometió sacar a Inglaterra de la “tormenta económica” en la que se había metido. Días después, fue ella misma quien agravó la economía british realizando una reducción histórica de impuestos y aumentando el endeudamiento.

La política monetaria del Viejo Continente está candente. Los principales bancos centrales ya han hablado y, con las últimas subidas de tipos, ponen fin a un ejercicio convulso, marcado por la inestabilidad y la incertidumbre económica. El Banco Central Europeo ya ha dejado claro que seguirán subiendo los tipos el tiempo que sea necesario con el fin de ubicar el IPC en el 2%.

Ayer, la Fed ofreció un discurso similar en lo que a reducción de la inflación se refiere. Como ambos organismos centrales, sus homólogos también están endureciendo la política monetaria. Está por ver cómo evoluciona en los primeros compases del próximo curso y si las subidas de esta semana son punto de partida de una rebaja de la política monetaria.