Barcelona, Málaga y Palma de Mallorca se han sido consolidadas como tres de las referencias globales para el colectivo de ejecutivos nómadas, según se desprende de la última edición del prestigioso Executive Nomad Index, elaborado por la consultora internacional Savills. Este reconocimiento no hace sino confirmar el extraordinario atractivo que España ejerce sobre este nuevo perfil de profesional de alto poder adquisitivo.

La ciudad andaluza de Málaga ha sido la gran triunfadora a escala continental, coronándose no solo como la mejor ciudad de Europa para este fin, sino también situándose en el tercer puesto del ranking mundial, únicamente superada por los gigantes de Oriente Medio, Dubái y Abu Dabi. Este salto cualitativo refleja la exitosa transformación de la ciudad en un hub de innovación y tecnología, un fenómeno a menudo denominado como el efecto Málaga.

Por su parte, Barcelona y Palma de Mallorca mantienen su estatus de destinos de élite, asegurándose la sexta y séptima posición respectivamente. Ambas comparten podio con metrópolis de la talla de Miami y Lisboa, y se sitúan por delante de otros paraísos muy cotizados como Barbados, el Algarve portugués o la exótica Bali. 

Este estudio se enmarca dentro del programa Savills Impacts, una iniciativa de análisis global que examina cómo las profundas transformaciones sociales, demográficas, tecnológicas y medioambientales están redefiniendo las necesidades del sector inmobiliario en todo el mundo.

El informe subraya que el ecosistema para los nómadas digitales está en plena evolución, lo que ha impulsado a un número creciente de países a diseñar estrategias específicas para captar este talento internacional. Aunque naciones como Canadá o Nueva Zelanda no cuentan con un visado específico para nómadas digitales, han adaptado sus permisos de larga estancia para facilitar el trabajo remoto durante toda la residencia.

La edición de este año del índice ha incorporado varios destinos novedosos que comienzan a ganar prominencia, como Auckland (puesto 9), Tokio (11), la isla de Creta (15), Vancouver (18) y Berlín (28). A pesar de esta creciente y diversa competencia, las tres ciudades españolas han logrado conservar un hueco en la exclusiva parte alta de la tabla.

El éxito de estos destinos costeros, entre los 30 analizados, se sustenta en una combinación ganadora: climas benignos durante todo el año, una elevadísima calidad de vida y mercados residenciales de lujo perfectamente consolidados. A estos atributos se suma un factor clave: la facilidad para establecerse legalmente. Ya sea mediante programas de visados para nómadas digitales —como es el caso de España— o, en su defecto, por su pertenencia a bloques económicos que garantizan la libre circulación de personas, estos destinos eliminan las barreras burocráticas, permitiendo a los profesionales internacionales vivir y trabajar con plenas garantías.

Concretamente, desde 2023, España ofrece una visa para nómadas digitales incluida en la Ley de Startups. Este permiso permite residir y trabajar en el país con ventajas fiscales, como una tributación reducida del 24% sobre los primeros 600.000 euros anuales durante cuatro años. Según el portal Nomads.com, la Barcelona cuenta con 194 espacios de coworking y más de 1.100 cafeterías adaptadas para trabajar con buena conexión. A esto se suma una velocidad media de Internet de 33 Mbps, suficiente para videoconferencias, gestiones financieras y dirección de equipos distribuidos.