El Gobierno lleva gastados hasta noviembre 2.301 millones de euros en subsidiar a la totalidad de las familias las facturas de la luz y el gas y la compra de 16 alimentos básicos mediante la rebaja del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), lo que supone un aumento de 150 millones respecto al mes anterior de octubre, según los datos de la Agencia Tributaria conocidos este viernes. Por otro lado, continúa el desplome imparable en la recaudación procedente del IVA, que en el acumulado hasta noviembre supone un incremento del 0,8% respecto al mismo periodo del pasado año. Un fuerte descenso si se considera que el año empezó con un crecimiento del 7,3% y que 2022 terminó con una subida del 13,9% en los ingresos procedentes del principal tributo indirecto.

Entre enero y noviembre, la Agencia Tributaria ha dejado de recaudar 728 millones de euros por la subvención energética, 514 millones en electricidad y 214 millones en gas, y otros 1.573 millones por la reducción del IVA de 16 alimentos básicos, que en conjunto suponen un tercio del presupuesto familiar en la cesta de la compra, según el INE. No obstante, el dato mensual no es relevante, pues en el caso del efecto de la rebaja impositiva de los alimentos, el dato válido es el trimestral, coincidiendo con la liquidación del impuesto. Habrá, pues, que esperar hasta abril del año próximo para conocer el coste que la medida ha tenido en términos recaudatorios. De hecho, a pesar de que la rebaja se empezó a aplicar en enero de este año, no se recoge en las estadísticas de recaudación hasta abril, tras la presentación de la liquidación del primer trimestre.

No solo el IVA

Cabe recordar que el Gobierno también subvenciona dos impuestos relacionados con la electricidad: una reducción en el tipo del Impuesto especial sobre Electricidad, que abonan los consumidores, y la supresión del Impuesto sobre el Valor de la Producción de Energía eléctrica, que corresponde a las empresas eléctricas, con un coste muy superior a la reducción del IVA. La Agencia Tributaria no aporta información mensual sobre el efecto recaudatorio en estos dos impuestos en 2023, pero el año pasado todas las ayudas fiscales a la energía costaron a Hacienda 6.636 millones de euros. De ellos, 1.532 millones fueron de las rebajas del IVA a la electricidad y al gas (solo estuvo activo tres meses).

Pues bien, el coste de la subvención en el Impuesto sobre Electricidad supuso 1.705 millones de euros (este impuesto sólo recaudó 220 millones hasta noviembre de 2022 y 172 millones en este año), y la supresión del impuesto sobre el Valor de la Producción, 3.399 millones. No obstante, el efecto recaudatorio en 2023 será muy inferior al de 2022, gracias al brusco descenso del precio de la electricidad. Así, de enero a noviembre de este año, la ayuda del IVA ha generado una minoración de ingresos de 514 millones, cuando en el mismo periodo del pasado año fueron 1.313 millones.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció durante el debate de investidura que se prorrogará durante el primer semestre del próximo año la rebaja del IVA de los alimentos y la vicepresidenta cuarta y ministra de Hacienda, María Jesús Montoro, ha dejado la puerta abierta a incluir otras ayudas, posiblemente a la electricidad, y cumplir con la reducción del déficit al 3% que impone Bruselas para 2024.

Caída del IVA

No obstante, la recaudación del IVA ha descendido en picado a lo largo de este año. Así, los ingresos netos (ingresos brutos menos devoluciones) han crecido de enero a noviembre solo el 0,8%, con un descenso constante, desde el incremento del 7,3% de febrero y del 13,9% en diciembre de 2022. No obstante, según la Agencia Tributaria, en términos homogéneos, los ingresos por el IVA disminuyen ligeramente respecto al año pasado (-0,4%). La propia Agencia alerta de que si se suman los ingresos perdidos por los cambios normativos (rebaja del IVA de alimentos y energía, principalmente) y de gestión, los ingresos aumentarían cerca del 3%.

Hacienda explica que “los malos resultados de las declaraciones mensuales del IVA” se explican por la comparación con un periodo con precios muy altos (en referencia a 2022) y la rebaja de tipos en los productos alimentarios básicos y en el gas. Nada dice la Agencia Tributaria del posible efecto de la debilidad de la economía según ha ido avanzando el año. Los precios, aunque se comparan con los del año pasado, no han registrado descensos en 2023 si se tiene en cuenta que el IPC crece un 3,2% en términos anuales en noviembre. Por otro lado, descontado el efecto de los descuentos del IVA, el crecimiento de la recaudación sería del 3%, claramente por debajo del primer semestre.

Además, hay un dato especialmente significativo: la recaudación bruta por el IVA es de enero a noviembre de este año un 0,3% inferior (de 114.205 millones en 2022 a 113.883 en 2023, unos 500 millones menos), aunque se ha compensado gracias a que las devoluciones han sido mil millones inferiores este año que el pasado.