La guerra en Ucrania y una pandemia que no se ha erradicado a escala global han hecho que la automoción cierre el año por debajo de las previsiones. Así pues, la patronal española Faconauto se fijó llegar a las 830.000 ventas durante el año 2022 y se han quedado por el camino y a casi 17.000 unidades de alcanzar el objetivo. Lo mismo ha pasado en el caso de Catalunya que no ha llegado a las 105.000 unidades que la patronal catalana Fecavem se había marcado para el año recién finalizado. Los empresarios del sector coinciden con un aspecto: planificar a partir de ahora más el corto plazo y desligarse del largo ya que los cambios repentinos de los últimos tiempos llevan a un cambio de perspectivas repentinas.

Volviendo a los factores que lo han condicionado, la guerra ha provocado una crisis energética sin precedentes con respecto a la combustión fósil del diésel y la gasolina y, en paralelo, las alternativas como la electrificación no acaban de hacer el cambio esperado con lentitud en la aplicación de puntos de recarga o el estímulo del el cliente final en la apuesta por esta alternativa. Por otra parte, la pandemia todavía es un lastre para los microchips y las materias primas procedentes de China y han provocado la falta de stock inmediato cuando la demanda ha seguido fortaleciéndose. Hay que recordar que la alternativa ha sido el vehículo de ocasión aunque este tampoco puede cubrir toda la demanda actual.

Diciembre, también en negativo

Tanto fabricantes como comerciales alertan que hará falta redirigir la situación este 2023. El mercado de turismos y todoterrenos llega a un total de 813.396 unidades vendidas durante el 2022, con una caída del 5,4%. Esta cifra queda por debajo de las previsiones del sector que se situaban en torno a las 830.000 unidades al mejor de los escenarios, debido, en parte, al pronunciado descenso que se ha producido en diciembre con una caída de las ventas de un 14,1% y 73.927 nuevas matriculaciones. Las dificultades en el transporte de vehículos en los concesionarios han provocado que miles de automóviles permanezcan parados en los puertos y campas retrasando la entrega a los compradores. De todos modos, 2022 ha sido un año complicado para las ventas de automóviles marcado por factores como la guerra en Ucrania, el aumento de los costes energéticos y de carburantes o el incremento de la inflación y los tipos de interés que han condicionado la decisión de compra de los usuarios. Las emisiones medias de CO2 de los turismos vendidos a diciembre se quedan en 119 gramos de CO2 por kilómetro recorrido, un 2,3% inferior que la media de emisiones de los turismos nuevos vendidos el mismo mes del 2021. Con el cierre del año 2022, las emisiones se han reducido un 3,1% en comparación con el año anterior, con una media de 120,4 gramos de CO2 por kilómetro recorrido.

Con respecto a las matriculaciones por canales, reflejan el marco del mercado general, donde los condicionantes económicos han lastrado las ventas a particulares con una leve caída del 1,7% para el total del año, con 366.364 unidades vendidas. Por su parte, el canal de empresas, a pesar de la caída registrada en diciembre, consigue cerrar el año con un incremento del 4,1% y 348.144 matriculaciones. Con respecto a las matriculaciones de vehículos comerciales ligeros suman un total de 119.506 unidades en el 2022 que supone un descenso notable del 21,3% con respecto al año pasado. Sin embargo cómputo general, el último mes ha conseguido mejorar las cifras con un incremento del 12,4% de las ventas, hasta alcanzar las 12.184 ventas. Con respecto a las ventas por canales, todos sufren una fuerte caída con retrocesos del 31% y 38,6% en las ventas a autónomos y empleadores, respectivamente.

Se salvan los vehículos industriales

Por otra parte, durante el 2022, las matriculaciones de vehículos industriales, autobuses, autocares y microbuses consiguen un aumento del 13,8%, con un total de 25.911 unidades, oye el único mercado de automóviles que consigue un incremento anual. Durante el último mes, se registra nuevamente una mejora con respecto al año anterior, con un crecimiento del 33,1% y 2.249 matriculaciones. Por tipo de vehículo, todos elevan las ventas destacando los vehículos industriales pesados que llegan a las 20.357 unidades, con una mejora del 13,6%, o autobuses, autocares y microbuses con 2.457 ventas y un aumento del 25,4%. Félix García, director de comunicación y marketing de ANFAC, ha subrayado que "el 2022 ha sido un año en que el mercado ha vuelto a quedar por debajo de las previsiones. La crisis de los semiconductores se vio profundamente agravada por factores exógenos como la guerra de Ucrania o los confinamientos por la política de Covid Cero de China. A más de la crisis económica con alza de precios energéticos, inflación y tipo de interés, la tormenta perfecta se ha completado con estos cuellos de botella a los transportes marítimos y por carretera. Todo hace que en el 2022 vuelva a quedar por debajo de las previsiones y nos deja un escenario desfavorable para el 2023 donde, siendo cautos, tendríamos que abordar el asalto a la frontera de las 900.000 unidades. Todo dependerá de si se acaba el conflicto en Ucrania y se normaliza la cadena logística para que se puedan entregar más vehículos nuevos. Ayudará también a sumar nuevas matriculaciones que el Gobierno acelere las medidas para impulsar los puntos de recarga rápida y las ayudas directas para vehículos electrificados. Con un mercado por debajo del millón de unidades hay un riesgo real de pérdida de inversiones y ocupación".

Por su parte, Raúl Morales, director de comunicación de Faconauto añade: "La incertidumbre con que cerramos en el 2022 nos impide entrever un cambio para este 2023. Utilizamos dos escenarios: un crecimiento breve del 5%, es decir, 870. 000 unidades, en lo que habría que sumar un 10% adicional si se solucionan los cuellos de botella en la producción, de manera que iríamos a 960.000 unidades. Ninguna de las dos previsiones es una buena noticia, porque estamos muy lejos de las cifras que veíamos antes de la pandemia. El año pasado, el mercado no ha podido cambiar la tendencia negativa debido sobre todo a los cuellos de botella persistentes en el aprovisionamiento de vehículos, cosa que ha condicionado mucho la actividad de los concesionarios".