Los años de tensiones geopolíticas son a menudo muy buenos para los valores refugio. La incertidumbre acostumbra a afectar negativamente a los mercados financieros –algo que, sin embargo, este año no ha pasado– y a las inversiones de mayor riesgo, y el inversor se refugia en activos físicos que aguantan mejor el precio, como el oro y, en menor medida, la plata. Este 2025 ha tenido muchas tensiones y, aunque no han caído los mercados, el oro y la plata han batido récords y cerrarán el mejor año en casi medio siglo.
El oro batió el viernes su récord hasta ahora, rozando los 4.550 dólares la onza, aunque la escalada de los últimos meses puede hacer que, si lee este artículo unas horas después de su publicación, el dato ya sea obsoleto. Este precio supone una revalorización del 70% durante el 2025. Por lo tanto, no se ha quedado muy lejos de duplicar su precio.
En cuanto a la plata, aunque mucho menos valorada, y de la que se suele hablar menos, la subida ha sido mucho más pronunciada: del 160%. Este lunes ha superado su récord, los 84 dólares por onza, aunque de inmediato ha vuelto a los 79 dólares del viernes. Como en el caso del oro, el dato puede quedar totalmente obsoleto en cuestión de minutos, pero no los récords ni el excepcional 2025 que ha vivido. No se había visto un año igual desde 1979, a causa de la revolución iraní.
Casi todo el año ha sido alcista para estos dos metales preciosos, pero vivieron un traspié hace dos meses. Durante el mes de octubre, las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China habían llevado el oro y la plata a máximos, pero a finales de mes, comenzaron a bajar a medida que la situación entre ambos países se calmaba. No obstante, volvieron a remontar: una nueva bajada de tipos de la Fed volvió a impulsar los valores refugio.
Las causas del encarecimiento del oro y la plata
La causa de esta subida hay que buscarla en diversos factores. Por un lado, las tensiones geopolíticas, como las guerras en Ucrania y Gaza, y el conflicto actual entre los EE. UU. y Venezuela, y las incertidumbres en el comercio mundial creadas durante el año por la administración Trump en los Estados Unidos, con las amenazas, imposiciones, treguas y negociaciones de aranceles con medio mundo.
Las tensiones geopolíticas, las bajadas de tipos y la compra de oro y plata por parte de los bancos centrales disparan su precio
Por otra parte, la tendencia bajista de los tipos de interés en la zona euro y, sobre todo, en Estados Unidos, que ya ha llevado a cabo los primeros descensos y se esperan más, ha provocado que alternativas de inversión a renta fija o indexada a los tipos hayan perdido rentabilidad y, por tanto, atractivo. Esto ha hecho que los inversores hayan buscado alternativas como el oro y la plata.
Por último, también ha reavivado la demanda de estos dos metales preciosos el hecho de que bancos centrales de todo el mundo estén comprándolos para diversificar e incrementar sus reservas.