"He esperado a resfriarme para explicar [la situación] sin proferir insultos y descalificaciones". Esta es una de las declaraciones que ha hecho una mujer indignada en Twitter después de haber caminado cerca de 10 km por el aeropuerto de Palma. ¿Por qué? Por un motivo que casi todo el mundo ha experimentado en algún momento de su vida - normalmente, a causa de una distracción: no encontrar el coche al parking.

"Anteayer viví una situación indignante al parking de Aena de Palma", empieza, haciendo referencia al pasado 19 de agosto.

Después de una jornada agotadora, llegó a las 17.15 h en el aeropuerto - donde abonó 30 euros - y no encontró el coche donde lo había dejado estacionado. Tengo una fantástica memoria espacial y nunca necesito mirar la foto de la plaza, pero extrañada la miro porque repito: mi coche no está donde creía", explica la mujer.

 

 

Por lo visto, la imagen para recordar la plaza, no se veía con bastante nitidez y, a pesar de confiar en su memoria, empieza a recorrer toda la planta. ¿Lo peor de todo? "la idea de que mi cabeza empieza a fallar", confesa.

 

 

Finalmente, vencida, va a preguntar en las oficinas, aunque no recibe mucha ayuda: "la señora, amable, me dice que no puede hacer nada".

Desesperada, sigue buscando: No soy joven, aunque soy muy resistente, pero estaba cerca de la lipotimia y de las rampas. En las dos horas que llevo andando he pensado de todo: me lo han robado, tengo inicio de Alzheimer, estoy envejeciendo ...", continúa la mujer.

 

 

El cansancio llega a tal punto que, cuándo desde las oficinas le dicen que tendrá que pagar el coste por las horas extra que lleva buscando el vehículo, no tiene fuerzas ni para discutir.

Finalmente, su hermano vino a ayudarla y, después de tres horas y media, vuelve de nuevo a las oficinas, y aparece con una información clave para el desenlace de esta historia: "Que mi coche está en la planta 5 o en la planta 6. Lo han movido por las obras. Ante las preguntas de mi hermano de por qué no me lo dijo dos horas y media antes cuando  bajé la primera vez, responde que perdón, que perdón, que perdón."

 

 

"Perdí cuatro horas de mi vida"

En definitiva, tal como explica la afectada: Perdí cuatro horas de mi vida. Acabé exhausta y cerca de lipotimia o ictus. Viví con terror que empezaba mi declive mental (eso es complicado de entender, pero es duro). Tuve que anular todos los planes que tenía para esta tarde noche y parte de los del día siguiente que dependían de estos. Involucré a mi hermano que tuvo que venir de Calvià y dejé lo que estaba haciendo, además de pagar 5 € de parking y la gasolina pertinente".

 

 

Ahora bien, a pesar del expreso malestar de la mujer, también ha querido compartir la respuesta - y disculpa - por parte de la compañía. "Ha sido un llamamiento sorprendentemente muy humano, sincero y profesional", ha reconocido.

 

 

Imagen principal: Viajeros a su llegada al aeropuerto de Palma de Mallorca / Europa Press