Este fin de semana han vuelto las protestas en Hong Kong después de diez días de calma. El gobierno chino está atravesando la peor crisis política de la última década donde muchos ciudadanos de la isla reclaman más derechos y autonomía. Los manifestantes tumbaron farolas inteligentes que analizan datos como el tráfico o el nivel de contaminación. También los participantes de la protesta aseguran que sirven para recopilar información personal. El gobierno lo niega aunque su credibilidad está bajo mínimos. Este es el momento: