La economía de los hogares catalanes no pasa por su mejor momento: la inflación ha aumentado hasta superar el 10% y provoca graves tensiones a las familias, a las cuales mes tras mes les disminuye su poder adquisitivo. Si además sumamos que la mayoría de estas están hipotecadas, el panorama es desolador. ¿Y por qué las familias que tienen hipoteca lo tienen más complicado? Pues básicamente a causa del Euríbor. El euríbor es el índice de referencia al cual está vinculado el tipo de interés de la mayoría de las hipotecas variables de los catalanes. Si el Euríbor sube, la cuota a pagar se encarece; si el Euríbor baja la cuota a pagar, disminuye. A las hipotecas a tipo fijo, el Euríbor no les afecta.

El Euríbor a 12 meses había marcado tipos negativos desde 2016 hasta abril de este mismo año, donde se volvió a situar en positivo después de mucho tiempo. Actualmente, se encuentra por encima del 1%. Las perspectivas futuras no son muy optimistas y las compañías de análisis aseguran que seguirá subiendo durante este 2022 y también en 2023. La compañía que cree que subirá más es Bankinter, que afirma que llegará hasta el 2,2%, mientras que las otras creen que se moverá en torno al 2%. Todo eso, comportará que las familias tengan que hacer esfuerzos suplementarios por continuar adelante y seguir teniendo el mismo poder adquisitivo de lo que disfrutan en este momento. Esta subida también tiene una parte positiva y está para aquellas familias con ahorros en productos sin riesgo, donde se espera que las rentabilidades obtenidas crezcan considerablemente.