Ante la cantidad inasumible de escándalos que están explotando ante nuestra mirada incrédula, es necesario tener calma, prudencia y apostar por seguir haciendo las cosas bien. El tiempo todo lo pone en su sitio y es necesario estar atentos para ser conscientes del larguísimo recorrido que tiene la corrupción sistémica y la importancia de conocer su origen para poder cortarla de raíz.