El sector nuclear tira prácticamente la toalla y asume que el calendario de cierres de centrales programado se cumplirá salvo sorpresa mayúscula. Así lo afirma, al menos, el presidente del Foro de la Industria Nuclear Ignacio Araluce. La previsible investidura fallida de Feijóo y el probable nuevo gobierno encabezado por Sánchez abocan a ello. Con todo, Araluce revela un dato: si las eléctricas propietarias de las nucleares no solicitan prorrogar el funcionamiento de éstas es por motivos “económicos”. En concreto, por unos impuestos que Foro Nuclear considera “abusivos”.

Tihange   nuclear power plant
 

Las inversiones no están amortizadas

Araluce es contundente: “si los propietarios de las centrales ven negocio, las nucleares seguirán funcionando”. Además, y así lo ha añadido el MWh nuclear cuesta hoy entre 58 y 63 euros y el sector ha pasado “muchos años”, explica el presidente de Foro Nuclear, “perdiendo dinero” después de haber realizado unas inversiones que “todavía no están amortizadas”.  Hoy, apunta, “no se pierde dinero al generar electricidad”, pero el futuro de la industria nuclear “depende de las ideologías”, algo que, considera, no debería ser así.

Impacto

La primera central de las que actualmente funcionan en España en cerrar será Almaraz I (2027) y la última, Trillo, en 2035.  El cierre de las centrales nucleares tendría, señala Araluce, “un impacto significativo en la matriz energética de España” porque las nucleares generan a fecha de hoy un 20% del total de la electricidad que se consume y, de momento, “no hay alternativa”. Todo ello, apunta el presidente de Foro Nuclear, “podría traducirse en un aumento de los precios de la energía”. Para que sigan funcionando sólo hay un camino: que se anulen las órdenes ministeriales de cierre de las centrales y que Red Eléctrica recomiende al Gobierno mantener operativas las instalaciones de generación eléctrica nuclear. ¿Sucederá?