El sector de la automoción es uno de los que más volumen de trabajo genera; tanto en las plantas de fabricación, centros de diseño y plantas de componentes como en|a talleres y concesionarios. Dentro del marco de la revolución verde de la movilidad y con la voluntad de atenuar la pérdida de empleo y el cierre de negocios, la Generalitat ha activado una línea de subvenciones de la que se han beneficiado ya 270 empresas que han accedido a unos 300 millones de euros de ayudas procedentes de fondo regionales, nacionales y europeos. Todas estas empresas han impulsado su transición desde la automoción clásica hasta la movilidad sostenible.
Transformación
La industria de la automoción catalana –igual que la del resto de España. tiene que transformarse para ser capaz de producir vehículos eléctricos y/o vehículos conectados y autónomos según concluyen dos estudios elaborados por el Departamento de Empresa y Trabajo que analizan la cadena de valor. Los estudios aseguran que el territorio catalán siempre ha sido uno de los motores de la industria de la automoción en el ámbito europeo y por este motivo consideran que "Catalunya no solo tiene que ser un centro de exportación sino también un centro de producción y de consumo de este tipo de vehículos".
Oportunidad doble
Los estudios –un específico sobre cada tipo de vehículo- concluyen que hay una oportunidad entre la cadena de valor actual y la futura que implica la captación de nuevas inversiones extranjeras y al mismo tiempo un salto tecnológico de las empresas ya presentes en Catalunya. El reto, sin embargo, es adaptar el marco regulador a las necesidades futuras de conducción. Para conseguir aprovechar las oportunidades, la Generalitat insta a reforzar las empresas tractoras ya implantadas en Catalunya y generar oportunidades para la creación y la implantación de nuevas: el objetivo es articular un nuevo tejido industrial sólido que permita estimular y retener en Catalunya la producción del número mayor de posibles componentes de conectividad y autonomía.