Conocía de casos similares por comentarios de conocidos y algún que otro apunte en foros inmobiliarios especializados, pero hasta la fecha no me había encontrado en una situación así y pensaba que, aunque en algún extraño caso pudiera darse tamaña tropelía, todo ello pertenecía a la esfera de lo ignoto. Lamentablemente, debo corregir mis pareceres, porque existen y están aquí: hay propietarios de viviendas y agencias que intentan cobrar a los potenciales compradores (o arrendatarios) por visitar una casa que han puesto a la venta.
Donde menos lo esperaba
Ha sido, además, donde menos lo esperaba: en mi pueblo, Barruelo de Santullán, en la Montaña Palentina: 1.200 habitantes, muchas casas antiguas, baratas y destartaladas a la venta –por eso fue noticia hace unos meses como uno de los pueblos con el metro cuadrado más barato de España, flaco favor se hizo a los propietarios- y alguna vivienda nueva, actualizada y decente con precios elevados. Una de esas casas (situada a la entrada del pueblo, con parcela, sin estrenar y de estilo modular canadiense) me interesó hace unos meses, pero su precio superaba lo que considero justo para la zona y ni siquiera contacté con el propietario.
Ahora, tras tener noticia yo a través del portal idealista de una rebaja sustancial en el precio de venta, sí lo hice y la sorpresa fue mayúscula cuando, a los dos días de manifestar yo mi interés, el propietario me comunicó solícito y tajante la buena nueva: visitar la casa costaba 30 euros que, si acabábamos cerrando la operación, se me descontarían del montante total. Manifesté entonces mi sorpresa y quise que, antes de concertar nada, me aclarase una serie de dudas que tenía yo sobre el sistema de calefacción, el aislamiento y la existencia o no de alcantarillado convencional, ya que se trata de una finca situada fuera del núcleo urbano pero no hubo manera: o abonaba yo los 30 euros o, en su defecto, le demostraba con papeles oficiales mi solvencia. Al parecer, el hombre está cansado de atender a personas interesadas que no acaban comprando la vivienda (igual tiene que ver con el precio) y utiliza esta medida a modo de, me dijo literalmente, “filtro para detectar soñadores” que le hacen “perder el tiempo”. El problema, y así se lo dije, es que lo que hace es ilegal.
No, no se puede cobrar por enseñar una casa
Y lo es porque la normativa que regula en España las relaciones comerciales entre particulares establece que sólo es legal que una empresa o un particular emitan facturas a nombre de otros si media la entrega de algún bien o la prestación de un servicio y enseñar una vivienda puesta a la venta no se considera servicio alguno. De hecho, existe hasta jurisprudencia al respecto, ya que la Audiencia Provincial de Cádiz falló en 2021 en contra de las pretensiones de una inmobiliaria que reclamaba 3.000 euros a un particular al que enseñó una vivienda que, finalmente, se acabó vendiendo tras acuerdo directo entre propietario y vendedor. En el caso de la casa de mi pueblo el asunto es peor incluso, ya que aquella cláusula que se reveló ilegal estaba para evitar puenteos: aquí se exige un pago directo, simplemente por una visita, que no se registra (ni declara, según todo indica) en sitio alguno y que acaba íntegro en el bolsillo del vendedor sin que nadie tribute por el mismo pudiendo, incluso, desdecirse éste de la venta tras, por ejemplo, haber obtenido de incautas personas interesadas dinero suficiente para, por ejemplo, irse de vacaciones o invitar a la familia a comer en algún restaurante de la zona como, por ejemplo, el afamado Cholo de Brañosera, al que les recomiendo encarecidamente una visita.
Es, sin duda, una lástima, porque la casa es preciosa pero, lamentablemente, me da a mí que estamos ante alguien que no tiene claro cómo funciona el mercado inmobiliario o, directamente, quiere tomar el pelo a unos cuantos incautos y, de paso, obtener algo de dinero limpio de polvo y paja. Sirva esta noticia como advertencia: no, no es legal que alguien os pretenda cobrar por enseñaros una casa que os interesa, tanto si es un particular como si es una agencia. De listos está el mundo lleno. De momento, y tras mi consulta, la casa, que estaba a la venta por 88.000 euros, dice el dueño que cuesta ahora 200.000. Algo raro hay, sin duda.