El gigante naviero NYK, en un reciente comunicado, ha presentado el primer barco de trabajo totalmente eléctrico de Japón. Bautizado como e-Crea, pronunciado “éclair” por su parecido visual con el famoso pastel francés, esta pequeña embarcación de nueve metros esconde una revolución silenciosa, literalmente, en su interior: opera sin un solo generador diésel a bordo.

El barco japonés que navega sin una gota de diésel

El responsable de la construcción de este navío pionero es la compañía Keihin Dock, filial de NYK en Yokohama. El e-Crea servirá de apoyo en las maniobras de atraque y desatraque de remolcadores en el astillero de Koyasu, aunque su verdadera misión va mucho más allá de un puerto: demostrar que es posible navegar hacia un futuro libre de emisiones, sin renunciar a la eficiencia en las habituales operaticiones en el mar.

La empresa NYK lleva años investigando combustibles alternativos como el amoníaco, pero ha querido ir un paso más allá implantando una solución perfectamente viable: propulsión 100 % eléctrica, alimentada desde tierra. El desarrollo de e-Crea, por tanto, responde a la creciente presión global por descarbonizar el transporte marítimo. Y esto, además de recortar las emisiones de CO₂, también reduce drásticamente el ruido a bordo, un aspecto fundamental para operaciones navieras en entornos urbanos.

Imagen de archivo de la etapa de construcción del navío e-Crea
Imagen de archivo de la etapa de construcción del navío e-Crea

Este barco tiene tres metros de ancho y cuenta con capacidad para hasta 14 personas, habiendo sido diseñado para maniobrar con agilidad en espacios reducidos. Pero el camino hasta su botadura no ha sido precisamente un paseo acompañado de brisa marina. Una de las principales dificultades con las que tuvo que lidiar NYK fue el sobrepeso provocado por las baterías

Para mantener la estabilidad del casco, los ingenieros tuvieron que redistribuir equipos y cableado, optimizando cada centímetro del espacio disponible. Además, la gestión térmica supuso otro gran desafío. El calor generado por las baterías y motores eléctricos incrementa el riesgo de incendio. Por ello, se diseñó un sistema de refrigeración por agua y aire, junto a mejoras de ventilación y aislamiento en la sala de baterías.

El e-Crea parece ser solamente el principio. NYK ya trabaja en un remolcador eléctrico de mayor tamaño, previsto para comenzar a operar en 2026 y que incorporará todo lo aprendido de en este prototipo. La apuesta es clara: avanzar hacia un ecosistema de barcos completamente eléctrico y libre de emisiones. Y es que incluso en alta mar, hay que pensar en nuestro planeta, y mucho mejor si se hace con forma de éclair, ¿verdad?