No ladra, pero educa. No muerde, pero despierta emociones. Un nuevo robot cuadrúpedo, que no es de carne y hueso, está revolucionando la forma en que se enseña el respeto animal en Hungría. Se trata de un perro digital de última generación, que ha sido desplegado en el distrito de Újpest, en Budapest, como parte de un proyecto piloto para fomentar la empatía y el cuidado responsable de las mascotas entre los más pequeños.
Un perro robótico educa a los niños húngaros en bienestar animal
El debut oficial del can robótico se produjo durante un evento familiar conocido como el Día del Niño de Otros Tiempos, celebrado en la emblemática plaza Szent István. Allí, entre juegos tradicionales, algodón de azúcar y otras actividades lúdicas, esta criatura de cuatro patas de metal y sensores captó todas las miradas.
Detrás de su simpático aspecto se esconde un sofisticado sistema de inteligencia artificial y movilidad autónoma. Y es que el robot ha sido desarrollado en colaboración con la Liga de Rescate Animal de Hungría y no solo entretiene, sino que enseña. De esta maneras, los niños sabrán cómo cuidar de una mascota, cómo reconocer sus necesidades y, sobre todo, por qué importa proteger a los animales.
La iniciativa, como podrás imaginar, no busca sustituir a las mascotas reales, sino preparar el terreno antes de que lleguen a sus hogares. En un reciente comunicado publicado en la página de Facebook del distrito de Újpest, se asegura que esta es "es una excelente herramienta de concienciación, ya que ayuda a fomentar la responsabilidad y la empatía hacia los animales".
El perro robótico está basado en el modelo Go2 de la firma china Unitree Robotics y tiene un peso de alrededor de 15 kilos. También es capaz de caminar sobre cualquier superficie, evitar obstáculos y permanecer al lado de las personas, colocándose en su campo visual sin estorbar. Sus sensores LiDAR y su visión hemisférica, además, le permiten moverse con agilidad incluso en espacios abarrotados.
Pero la clave de su eficacia educativa está en su capacidad para interactuar. Gracias a la integración de modelos de lenguaje como GPT, el robot puede responder a preguntas, ejecutar órdenes sencillas y adaptar su comportamiento en función del entorno y del interlocutor. Aún no tiene nombre ni apodo, pero las autoridades ya han organizado un concurso para ello. La propuesta ganadora será anunciada en los próximos días.
Por ahora, no se descarta que el robot participe en otras actividades municipales, incluidas campañas escolares y tareas de sensibilización. A medio plazo, además, también se valora su incorporación en labores de rescate en zonas de difícil acceso, demostrando que la tecnología no solo entretiene, sino que puede salvar vidas. Y es que la tecnología también puede ayudarnos a comprender las necesidades de otros seres vivos, incluso en sus versiones robóticas.