Donald Trump se ha propuesto acabar con todos los avances conseguidos por la administración Biden respecto a las energías renovables y retroceder varios años. Durante la presidencia de Joe Biden (2021-2024), la Ley de Reducción de la Inflación de 2022, entre otras cosas, promovió la producción de energía doméstica al mismo tiempo que la energía limpia. Se destinaron 369 mil millones de dólares en incentivos fiscales para energía solar, eólica, hidrógeno, almacenamiento y más.

Sin embargo, un grupo de senadores republicanos tendría interés en poner fin a los créditos fiscales para las energías limpias a nivel personal y a escala de servicios públicos, además de aumentar los impuestos sobre las piezas fabricadas en el extranjero para equipos de energía solar. Así lo marcaría el proyecto de ley de presupuesto federal de Estados Unidos, conforme está redactado actualmente.

Este cambio sería muy grave, puesto que afectaría a miles de proyectos que ya están en planificación o desarrollo y pondría en peligro futuras inversiones en la fabricación de equipos de energía renovables. El proyecto de ley también querría acabar con los créditos fiscales para adquirir un vehículo eléctrico nuevo ensamblado en Estados Unidos de hasta 7.500 dólares, impactando todavía más en las ventas de Tesla y otros fabricantes estadounidenses.

Las nuevas medidas resultarían en la perforación de 50 mil nuevos pozos de petróleo cada año durante varios años

Chris Wright, Secretario de Energía de EE. UU., horas antes de que el Senado publicara el último borrador del proyecto e ley de reconciliación, afirmó en el sitio web del Departamento de Energía que la energía eólica y solar no son confiables y que los subsidios federales han encarecido la energía. No obstante, no citó ningún informe oficial o estudio revisado por pares para respaldar dicha afirmación.

La energía eólica y solar nos traen lo peor de dos mundos: un suministro de energía menos confiable y facturas de electricidad más altas… Si las fuentes son verdaderamente económicamente viables, permitámosles que se mantengan por sí solas

Wright realizó dichas declaraciones sin ser consciente de que la industria de los combustibles fósiles recibe subsidios anuales de alrededor de 20 mil millones de dólares al año, según estimaciones de Oil Change International, un grupo dedicado a su vigilancia sin ánimo de lucro. Curiosamente, muchos estudios demuestran que la energía renovable es mucho menos costosa, y que una red bien planificada puede hacer que el suministro de energía sea más seguro.

Mark Z. Jacobson, investigador de energías renovables de la Universidad de Stanford y autor de numerosos estudios sobre energía eólica y solar, escribió por correo electrónico que: “El impuesto propuesto por el Partido Republicano a la energía eólica y solar es un peligro para Estados Unidos”.

Una evaluación temprana mostraría que las nuevas políticas energéticas planteadas por la administración resultarían en la perforación de 50 mil nuevos pozos de petróleo cada año durante los próximos años. Jacobson agregó que “aseguran la continuación de la devastación de la tierra… el envenenamiento del suelo y las aguas subterráneas debido a los combustibles fósiles y la continuación de las explosiones de gas e incendios”.