Webs, plataformas y otros productos digitales desempeñan papeles cruciales en la vida de las personas y, por ello, la relación que existe entre la experiencia del usuario (UX), el diseño de la interfaz (UI) y la sa un mundo digital en constante expansión, donde los sitios web y productos digitales desempeñan un papel central en la vida de las personas, la relación entre la experiencia del usuario (UX) y el diseño de la interfaz (UI) y la salud mental del consumidor de contenidos digitales ocupa y preocupa, ya que las prácticas de diseño UX/UI no sólo definen el modo en como se presenta un producto o servicio, sino que configuran cómo se interactúa con él y pueden afectar al equilibrio emocional del usuario. El dilema reside en cómo lo hacen.

Efectos nocivos
Desde Ironhack, el Lead Teacher UX/UI de la escuela Micael Katzman es claro: "ciertas experiencias de los usuarios pueden tener efectos negativos en sus emociones, actitudes y bienestar general. Por ejemplo, hay productos digitales que están específicamente diseñados para ser adictivos mediante el abuso de los sistemas de recompensa o satisfacción humana, y según datos de Unicef España, el uso prolongado de las redes sociales puede estar relacionado con una mayor propensión a desarrollar trastornos como la depresión y la ansiedad. Por lo tanto, como diseñadores tenemos la responsabilidad de pensar y actuar sobre las consecuencias que estos productos tienen sobre el bienestar psicológico".
¿Se puede convertir lo nocivo en positivo?
Según Ironhack, todo depende del diseño UX/UI y de seguir, siempre y a modo de reglas, unas prácticas muy concretas como, por ejemplo, facilitar la interacción mediante diseños simples que reduzcan la sobrecarga cognitiva y la frustración o, también, facilitar siempre información clara e inmediata para evitar la ansiedad y la incertidumbre que se produce en el usuario cuando éste no está seguro de si ha hecho bien las cosas. En ese caso, es necesario proporcionar información de contexto tras cualquier acción que se ejecute. El diseño, dado que los usuarios son diversos y con distintas necesidades, debe perseguir un objetivo: lograr que los productos digitales sean accesibles para cualquier independientemente de sus conocimientos tecnológicos. Los contenidos, además, deben personalizarse y ser relevantes para el mayor número de personas posible y el diseño debe estar orientado a satisfacer las necesidades y adaptarse a las emociones de los usuarios y sus perspectivas. Todo, además, depende de los diseñadores de UX/UI, que desempeñan un papel crucial en la promoción de experiencias digitales saludables, explican desde Ironhack, centro que ha formado ya a 1.500 estudiantes en España desde 2016.