Ahora mismo en Catalunya hay 1.871 bomberas y bomberos voluntarios, personas que nos salvan la vida sin recibir nada a cambio y que dedican su tiempo libre a protegernos a nosotros y a nuestra tierra. Pero no, "nada a cambio" no sería la mejor expresión. Todos ellos dicen que volverían a decir mil veces . La respuesta es unánime y los motivos, infinitos. ¿Por qué vale la pena ser bombero voluntario? Nos lo explican ellos mismos.

En las últimas semanas hemos recorrido el país para descubrir qué y quiénes son. En este viaje hemos encontrado personas con mucha vocación y valentía, pero, sobre todo, con un corazón enorme. Gratitud, vitalidad, solidaridad, compañerismo, confianza, trabajo en equipo, satisfacción... Son diversas las palabras que los voluntarios utilizan para definir por qué vale la pena dedicar su tiempo libre a salvar vidas, pero todos coinciden en la misma sensación de un "nosequé que te sale de dentro" que engancha, apasiona, y que sólo se puede sentir si eres uno de ellos. "Yo no podría cerrar los ojos por la noche si supiera que pasa algo y no voy. Es inevitable en mí. Conozco a la gente y la tierra, y no podría dormir si sé que puedo ayudar y no lo hago", afirma con gran contundencia Jordi Llauradó desde Pinós.

El tiempo no es infinito. Es posiblemente el bien más valioso del ser humano y cómo invertirlo es, sin duda, la decisión más importante que tomamos día tras día en la vida. El tiempo nos pertenece y regalarlo (o regalártelo) es el presente más preciado que puede existir. Sin embargo, los bomberos voluntarios nos lo entregan a todos sin ninguna condición, sólo por puro compromiso social y estima al territorio. "Yo me he saltado muchas cosas importantes por ser bombero voluntario. Por ejemplo, yo soy muy del Barça y me he perdido finales de la Champions. También quiere decir sacrificar tiempo con los amigos y la familia. Pero si no lo hago, me siento mal. Es inexplicable. Pero... ¡es tanta la gratitud que recibimos!", relata Pere Borràs de Tivissa, que asegura que es un sentimiento compartido entre todos sus compañeros y compañeras.

BOMBEROS VOLUNTARIOS SITGES - Montse Giralt
Pere Borràs, bombero voluntario de Tivissa - Montse Giralt

¿Por qué ser bombero voluntario?

Según explican, las pruebas que se tienen que superar para entrar a formar parte del Cos de Bombers requieren esfuerzo, compromiso y una preparación previa, pero absolutamente todos, algunos con una mochila de más de veinte años de experiencia, afirman que "lo compensa todo". Para Quim Argemí, voluntario del parque Camprodon, entrar en el cuerpo supuso "abrir una puerta infinitamente grande, donde cada tontería más absurda es la mejor lección de vida". Y Tània Penas, compañera del mismo parque, anima a todo el mundo que tenga vocación a sumarse: "Nos falta gente, un buen plantel, un buen relevo... gente del territorio con ganas. Prometo que lo que aporta todo esto no se paga con dinero", añade entre sonrisas.

BOMBEROS VOLUNTARIOS CAMPRODON - Montse Giralt
Tània Penas, bombera voluntaria de Camprodon - Montse Giralt

Ahora mismo, el Departament d'Interior ha convocado 300 nuevas plazas de bomberos voluntarios. El plazo para presentarse ya está abierto hasta el día 29 de abril. Los aspirantes, de entrada, tienen que pasar una prueba de conocimientos, una física, una psicológica, una médica y un examen de lengua. Si superan todo esto, pasan a la última fase antes de ser oficialmente bomberos, la de la formación. En primer lugar, tienen que hacer un curso de formación en el Institut de Seguretat Pública de Catalunya y después prácticas en un parque de bomberos.