La Unió de Federacions Esportives de Catalunya (UFEC) ha lamentado la "politización" y la "falta de liderazgo político" de la candidatura de los Pirineus para acoger los Juegos Olímpicos de Invierno en el 2030. El presidente de la entidad, Gerard Esteve, ha afirmado que sería "tonto" no aprovechar la inversión que comportaría el acontecimiento y las mejoras asociadas. Ha hecho estas declaraciones en relación con el "compromiso" del Comité Olímpico Internacional (COI) de aportar 900 MEUR, que se sumarian en 300 más que se podrían conseguir con la venta de entradas y patrocinadores privados. Por el contrario, el Grupo de Grup de Defensa de la Natura del Berguedà y la Plataforma Stop JJOO rebaten estos argumentos.

Con respecto al debate sobre la conveniencia de presentar la candidatura Barcelona-Pirineus 2030, Esteve cree que no se han puesto sobre la mesa argumentos "objetivos" que se hayan podido rebatir. Al mismo tiempo, destaca que se habla con "prejuicios" e "ideas genéricas". También se muestra estupefacto porque considera que todo se podría estar haciendo "con más diálogo y comunicación" para buscar un consenso más amplio. "Falta liderazgo en el seno de la candidatura política", señala. Y subraya que la candidatura "va más allá de las fronteras" y pide a los políticos que cedan en las decisiones de carácter técnico.

Acuerdos con otros países o regiones

Gerard Esteve, máximo dirigente de la UFEC, se muestra convencido del hecho de que no se tendrán que construir infraestructuras que después quedarán en desuso. Al contrario, defiende que el planteamiento es utilizar las instalaciones ya existentes y recurrir a convenios con otros países por aquellas de las que no se dispone. Pone el ejemplo de Sarajevo para las modalidades 'skeleton' o de Suiza o Italia para la categoría de saltos. También destaca la posibilidad de establecer acuerdos con Aragón por algunas categorías. En esta línea, ha remarcado que el COI apuesta por compartir, razón por la cual aprecia los valores concordantes de la candidatura catalana y su "modernidad". Con respecto a la posibilidad de que Barcelona también sea suya olímpica, apunta que hay otras disciplinas, como los juegos de hielo, que sí que tienen tradición en la capital catalana, aunque no concreta qué rol podría tener la ciudad.

Sin embargo, Esteve admite que el objetivo de la candidatura es "abrirse a la montaña", igual que Barcleona'92 fue una apertura al mar. Esta apertura a la montaña tiene que ser, según su opinión, una oportunidad para el territorio "más desfavorecido, más pobre y con menos capacidades para poder salir adelante desde una perspectiva económica y social". Entre los beneficios de los Jocs Olímpics d'Hivern 2030, el dirigente de la UFEC resalta la promoción del Pirineo como destinación de deportes de montaña, la inversión por parte del COI sin necesidad que las administraciones catalanas hagan prácticamente ninguna inversión de los 1.200 MEUR proyectados, la mejora de las infraestructuras y hacerlas más sostenibles. Además, según él, se podrá desarrollar tecnología i+D vinculada a la industria del deporte y crear puestos de trabajo de calidad.

Con todo, cree que, a estas alturas, la candidatura se encuentra en una fase inicial y que si se hace un ejercicio de transparencia explicando la propuesta se conseguirá el apoyo popular. En una dirección similar se expresa la presidenta de la Federación Catalana de Deportes de Invierno (FCEH), Mòncia Bosch, quien cree que se está dando apoyo y "mucha voz" a la gente contraria al proyecto. Lo atribuye a la falta de información y cree que cuando se empiece a hacer pedagogía al respecto mucha gente quizás cambia de opinión. Con todo, defiende que se están teniendo en cuenta las reivindicaciones y ha considerado que si no se obtiene el apoyo popular de la gente de los en los Pirineos "no tendría sentido".

Entidades en contra

Contrariamente, el Grup de Defensa de la Natura del Berguedà alerta del hecho de que nada asegura que en el 2030 haya nieve en el Pirineo. El presidente de la entidad, Ferran Canudas, afirma que unos JJOO afianzarían el modelo turístico de masas al que se oponen. Canudas defiende que el Berguedà tiene que expresar su punto de vista porque, por ejemplo, se plantea desdoblar la C-16, hecho que los afecta. En cambio, para Canudas, lo que necesita la comarca es una conexión ferroviaria. Para acabar de remacharlo, Canudas pone énfasis en el hecho que los Juegos Olímpicos de Invierno comportarían más contaminación ambiental y atmosférica, una sobrecarga de los ecosistemas y afectaciones económicas y sociales por la apuesta de un modelo de trabajo precario basado en el turismo.

Desde la Plataforma Stop JJOO, Pau Lozano, insiste en las consecuencias negativas para el medio ambiente que tendrían de los juegos. Y advierte que los Pirineos se pueden acabar convirtiendo en una especie de "parque temático". Al mismo tiempo, desde la plataforma contraria a los juegos, subrayan que pueden causar un incremento del precio de las viviendas y la destrucción de la industria local, entre otros. Y concluye que el proyecto se está haciendo de espalda a los Pirineos y con el apoyo de grupos de interés del turismo y de la construcción y las élites de Barcelona.