Medio año después del atentado terrorista en Barcelona, el turismo ha recuperado su normalidad y los visitantes vuelven a pasear por La Rambla, escenario del atropello masivo del 17 de agosto. La afluencia de los turistas, sin embargo, no significa que hayan olvidado qué pasó aquel día. De hecho, la Annuska, una turista que viene de Holanda, asegura estar "un poco asustada" pero también confiesa que "no se puede dejar que los terroristas ganen la situación". Por eso ha decidido pasear por el famoso paseo barcelonés. Desde el sector de la restauración aseguran que el momento más crítico estuvo las dos semanas después de los hechos, cuando la gente evitaba transitar.

De hecho, Raúl Martínez, uno de los camareros del Café de la ópera, prácticamente delante del mosaico de Miró, asegura que los primeros días la gente los preguntaba "donde" había "pasado" el atropello masivo y si Barcelona "era una ciudad segura". Annuska, la turista holandesa, visita los puntos más turísticos de Barcelona con la ayuda de una amiga suya que vive en la ciudad. Ella ha recordado el 17 de agosto "en el momento que aterrizaba el avión" en el Prat. Después de aquí, también asegura que al caminar por La Rambla "ha sentido cosas", sentimientos que no ha podido definir pero que le han "emocionado".

Carlos, otro visitante procedente de Portugal, asegura que ha sentido "tristeza" la primera vez que ha vuelto a pasar por la misma acera donde una furgoneta embistió a más de un centenar de personas. A pesar de todo, el mismo Carlos anuncia con esperanza que no tiene "nada de miedo" y que seguirá cruzando La Rambla porque tiene "confianza en el sistema".

Sam Yung Lee es un chico de Corea que ha venido a pasar las vacaciones en Barcelona con su pareja. Hace 3 días que ya está en la ciudad y reservó los billetes hace dos meses. Lo hizo porque a pesar de ver las imágenes del atentado, oyó "que había mucha policía" en la ciudad: "No tengo miedo". La situación ha cambiado en el momento de pisar La Rambla, porque se ha sentido "un poco asustado" pero al "ver a tanta gente" asegura que está "bien".

Pero no todos los restauradores coinciden en el optimismo. Salvador López es director de un restaurante al lado de la Boqueria y asegura que desde septiembre "la facturación ha bajado un 60%". Según Salvador, el problema es "que no pasa gente" y la gente que pasa no "entra". Por eso confía en que la situación se normalice, pero de momento no ha notado ningún cambio de mejora. De todos modos, el director del restaurante nos asegura que "la gente no está asustada", pero el hecho de "ver a tanta policía" por la zona también hace que no vengan tantos turistas. "Sobre todo se nota movimiento de barceloneses" pero no de turistas, avisa.

Conjuntamente con en Salvador, hay otros restauradores que creen que el volumen de visitantes en La Rambla ha ido bajando. Todos ellos han apuntado al atentado como uno de los motivos por los que la gente no se acerca a los bares y restaurantes de La Rambla, pero también creen que la inestabilidad política es un factor que ha sumado.