Mañana de declaraciones relámpago en la segunda jornada del juicio a Francesc Homs por el 9-N. En la sesión matinal han declarado, mayoritariamente, los testigos del Departament de Presidència, que dirigía Homs.

Todos han coincidido, a preguntas del fiscal, Jaime Moreno, en que nadie les dio órdenes para parar el trabajo. También lo han admitido los responsables de Fira de Barcelona donde se montó el centro internacional de prensa.

Todas las declaraciones de los testigos han remarcado que antes del día 4, que es cuando llega la providencia del Tribunal Constitucional, ya estaba toda la maquinaria en marcha para sacar adelante el 9-N.

El proceso participativo se hizo público el 14 de octubre, y el 24 se activó todo el dispositivo para sacarlo adelante. "Íbamos a mil por hora", ha explicado Mònica Osàcar, responsable de publicidad institucional.

La publicidad, imparable

En la misma línea ha declarado Ignasi Genovès, director general de Difusió, que ha explicado la imposibilidad de detener la campaña de publicidad en los autobuses, las paradas, etc.

Según la responsable de la empresa de publicidad, Marta Coll, el proceso no se detiene si no hay una orden del cliente, judicial o de Autocontrol. Y por el 9-N no llegó orden de ningún tipo.

El fiscal, sin embargo, ha querido dejar claro que había mecanismos para detener la campaña.

Fiscal: ¿Le llegó alguna orden?

Coll: No, de ningún tipo.

Fiscal: ¿Si le hubiera llegado, lo hubiera parado?

Coll: Sí.

La rueda de prensa, ¿clave?

El ministerio fiscal ha sido incisivo hoy en las preguntas sobre el día en que se firmó el contrato con Fira y Focus para montar el centro de prensa. Se firmó el acuerdo el día 3 de noviembre y estaba vigente hasta el 10, incluyendo el montaje y desmontaje del centro.

El ministerio público, tanto en Madrid como en Barcelona, insiste en esta rueda de prensa como gran prueba de que el Govern no detuvo el proceso a pesar de la advertencia del TC.

Pero la defensa de Homs ha cambiado el rumbo durante el interrogatorio al jefe de protocolo de la Generalitat, Carles Fabró. "Nunca me planteé que la atención a los medios pudiera cambiar o modificarse", ha declarado. Y ha afirmado que en caso de que se hubiera suspendido inmediatamente la consulta o el mismo día 9 se hubieran retirado las urnas, "se habría tenido que informar igual".

Fabró ha destacado el gran número de medios interesados en la cobertura del 9-N y el desplazamiento a Barcelona de periodistas para seguir el proceso participativo y sus posibles consecuencias.

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