La atención sanitaria previa que recibió al bebé de dos meses muerto este lunes después de ser presuntamente maltratado por su padre fue "correcta", según concluye la investigación abierta por la Conselleria de Salud de la Generalitat, a través de la Dirección General de Ordenación y Regulación Sanitaria.

En un comunicado este martes, el departamento ha detallado que el niño fue visitado en el Centro de Atención Primaria (CAP) de Pinar, el Hospital de Calella, al de Mataró (Barcelona) y, finalmente, al Vall d'Hebrón de Barcelona -donde se detectó el maltrato y dos semanas después murió-, y todos los profesionales lo atendieron "de acuerdo con la patología referida".

El pasado 4 de enero, el bebé ingresó en la Unidad de Curas Intensivos (UCI) del Foso de Hebrón con un hematoma en la cabeza, un brazo roto y cinco costillas rotas con judería, prueba que ya se habían roto en maltratos anteriores, y ante las sospechas de los sanitarios el padre acabó confesando, según explicaron a Europa Press varias fuentes conocedoras.

Después de la investigación, por la cual se han entrevistado los profesionales que lo atendieron -siete médicos, cuatro enfermeras y dos trabajadoras sociales-, Salud ha señalado que ningún facultativo anterior activó el protocolo de maltrato infantil por riesgo grave "porque no se identificó ningún incidente que fuera motivo de activación". "Todos los profesionales coinciden en que, mientras estuvieron en el centro sanitario, el comportamiento de los padres hacia el bebé no difería del del resto de padres", ha recogido.

En todo momento, los medios asistenciales practicados por los diferentes profesionales sanitarios se consideran adecuados, con un tiempo asistencial superior a la media, "las exploraciones se hicieron de acuerdo con la patología referida y se practicaron las pruebas complementarias adecuadas al cuadro clínico referido".