Una vez acabada la Cumbre del Clima de Madrid (COP25), la activista medioambiental Greta Thunberg volvía a su país, Suecia. La joven realizaba el viaje hasta Estocolmo en tren y de camino tuiteó una foto donde aparecía sentada en el suelo junto con dos maletas y varias mochilas.

En el tweet aseguraba que el tren iba por encima de su capacidad: "Viajando en trenes abarrotados a través de Alemania. ¡Finalmente estoy de camino en casa!".

La compañía ferroviaria Deutsche Bahn (DB) respondió a la activista también a través de Twitter, deseándole "un buen viaje de vuelta en casa" y prometiendo que trabajarían para mejorar el servicio de "trenes, conexiones y asientos". Pero este tweet fue eliminado más tarde.

La compañía reanudó el tema horas después: ¡"Querida #Greta, gracias por apoyar a los trabajadores ferroviarios en la lucha contra el cambio climático! Nos ha gustado que viajaras con nosotros en el ICE 74 este sábado. Y con electricidad 100% verde", decía el primer tweet.

Pero en el segundo tweet se hacía evidente el enfado de la compañía, poniéndose a la defensiva y asegurando que la joven viajaba en primera clase: "Habría sido todavía más bonito si hubieras informado también de la amabilidad y competencia con la que te atendió nuestro equipo en tu asiento de primera clase".

A primera hora de la tarde y después de miles de reacciones en Twitter, Thunberg se vio obligada a aclarar que la foto correspondía a un momento concreto de su largo viaje a través de Alemania: "Nuestro tren a Basilea fue retirado. Así que nos sentamos en el suelo en dos trenes diferentes. Después de Gotinga [Alemania] conseguí un asiento. Eso no es un problema, por supuesto, y nunca he dicho que lo sea. Los trenes abarrotados son una gran señal, porque significa que la demanda de viajes en tren es alta".