Durante toda esta semana en Catalunya han dominado las altas temperaturas, más propias de un día de verano que de medios mayo. Este calor se intensificará durante el fin de semana y llegarán a su máximo el domingo 22, cuando los termómetros se podrían llegar atracar a los 40 grados en algunas comarcas de Ponent, algo muy poco habitual por estas fechas. De hecho, los termómetros se situarán entre 10 y 12 grados superiores a la media climática en Catalunya durante estos días. En este contexto, aunque todavía no podemos hablar de una ola de calor, el Departament de Salut y Protecció Civil (Interior) han hecho un llamamiento a extremar las precauciones. Así, han recordado la importancia de mantenerse hidratado; evitar salir a la calle durante las horas más calurosas (de 12h a 16h), ventilar y refrescar los hogares y cuidar de los niños y las personas frágiles.

Yendo más allá, desde Salut y ProtecciónCivil han pedido a las personas que trabajan al aire libre o en ambientes calurosas que adopten medidas de prevención y se fijen en síntomas como la fatiga, el dolor de cabeza o el vértigo. Los tres pueden ser indicativos de problemas más graves como la deshidratación o el golpe de calor, que, recuerdan, requiere atención médica inmediata y puede llegar a ser mortal. Y es que las altas temperaturas representan un peligro para la salud y pueden agravar una enfermedad crónica o provocar deshidratación y agotamiento. Por precaución y evitar que todo pase, los consejos a seguir son los siguientes:

Protegerse del sol y el calor

Esta es la principal recomendación para evitar golpes de calor y al mismo tiempo la más sencilla: protegerse. El primer paso es, durante las horas de más solo, cerrar las persianas de las ventanas donde este toca, y por el contrario, abrir las ventanas durante la noche, para refrescar la casa a las horas más frescas. En este sentido, es importante permanecer en las estancias más frescas y, si se puede, recurrir a algún tipo de sistema de climatización como los aires acondicionados o ventiladores para refrescar el ambiente. Si no contamos con estos aparatos en casa, Salud y Protección Civil, recomiendan pasar las horas de más calor, o como mínimo dos horas al día en espacios climatizados como pueden ser cines, bibliotecas o centros comerciales.

Para refrescarnos, la mejor idea son las duchas o las toallas mojadas con agua. Y a la hora de salir a la calle, caminar por la sombra y evitar que lo suele nos toque directamente la cara con un sombrero o una gorra. Además, hay que vestirnos con ropa fresca, hecha idealmente de algodón y de colores claros, descartando piezas ajustadas. Si se opta por combatir el calor desde la playa, es importante llevar un parasol y evitar ir a las horas del mediodía. Hace falta siempre llevar una botella de agua encima e ir bebiendo a menudo. Los trayectos en coche también pueden ser peligrosos y se tiene que evitar las horas de más solo para desplazarse. En días de calor extremo es crucial no dejar nunca los niños, personas frágiles ni animales de compañía en su interior con las ventanas cerradas.

Reducir la actividad física y beber constantemente

Otra de las recomendaciones más fundamentales a la hora de evitar golpes de calor es evitar la actividad física a las horas de más calor y también descartar aquellas que requieren un esfuerzo físico más intenso. En este sentido, y especialmente si decidimos hacer deporte, es básica la hidratación. En días como los que vienen durante el fin de semana se tiene que beber tanta agua como se pueda, incluso sin tener sed. Aunque nos apetezca una cerveza, delante del calor extremo vale más no tomar bebidas alcohólicas. Con respeto a las comidas, es mejor ingerir platos ligeros y frescos, que no nos harán sentir pesados, y descartar los que platos calientes y que nos aportan muchas calorías.