La juventud es la gran perjudicada de la dualidad entre crisis y recuperación desde la última década con la Gran Recesión, la pandemia de la covid-19 y la actual crisis de precios. Uno de cada tres jóvenes de entre 16 y 29 años estaba en 2021 en riesgo de pobreza y/o exclusión social. Desde 2009, la tasa de pobreza ha crecido entre la juventud, casi cuatro veces más rápido que entre la población en general. Así lo revela el informe 'La maldición de la eterna juventud' del Consejo de la Juventud de España (CJE) y Oxfam Intermón, que analiza la situación socioeconómica de los jóvenes en España el año 2022. Los jóvenes han sido los grandes perjudicados de las crisis económicas, ya que, han sido uno de los colectivos más afectados en los malos momentos y de los cuales menos disfrutan de la recuperación. "Ser joven hoy significa afrontar una realidad de precariedad, inestabilidad e incertidumbre", ha asegurado la presidenta del CJE, a Andrea González.

Peores perspectivas económicas

"Las personas jóvenes, a las cuales a veces se culpabiliza de su situación de precariedad o cuya vulnerabilidad se normaliza, han crecido con las peores perspectivas económicas de los últimos 60 años", ha afirmado González. El informe apunta que la renta per cápita de la generación Z es cada vez menor a medida que crecen, es decir, a los 20 años, vive un crecimiento económico un 40% inferior a lo que disfrutaron las personas nacidas a la década de los 60 a su misma edad. Mientras que los milenials, a los 30 años, ha vivido un crecimiento económico un 50% inferior al de la generación de los 60. Con respecto al IPC, el informe revela que ha crecido un 35% con respecto al 2006, mientras que el salario nominal de los jóvenes de entre 25 y 34 años lo ha hecho un 25%, y el de los menores de 25 un 15%. Por el contrario, el salario de los mayores de 35 años se ha mantenido próximo, o incluso ha subido. La brecha de género es visible desde edades muy tempranas, ya que, el informe muestra que la tasa mayor de parcialidad tiene como consecuencia salarios inferiores. De media, el salario de los jóvenes es un 17% mayor que el de las jóvenes.

Todos estos datos destapan que después de cada crisis, muchas personas jóvenes se encuentran estancadas, sin suficientes oportunidades e impulsos que les permitan desarrollar los proyectos que corresponden a su etapa vital: Es la maldición de la eterna juventud. La crisis derivada de la covid-19 también fue especialmente dura con este colectivo, las personas con menos de 35 años ocupaban 6 de cada 10 empleos destruidos. A pesar de la recuperación general del empleo durante el último año, en el 2022, la tasa de paro del grupo de edades comprendidas entre los 20 y los 24 años es del 24,10%, el doble de la media estatal (12,48%). Los que tienen entre 16 y 19 años se multiplica, se cuadruplica: 48,67% enfrente del 12,48%. Con estas cifras, el estado español se sitúa en los primeros lugares de las listas de paro juvenil de la Unión Europea.

Pérdida de poder adquisitivo

Con respecto a los sueldos, desde el 2008 entre la población han subido más del doble de lo que lo han hecho entre los jóvenes de 24 a 35 años y hasta ocho veces más que el de los menores de 24. Eso hace que hayan ido perdiendo poder adquisitivo y se haya intensificado la brecha entre generaciones. En el 2008 la diferencia entre la renta media total y la renta media de las personas de entre 16 y 29 años era de solo 400 euros, hoy se ha triplicado. Al desatarse la espiral de precios, las personas jóvenes ya habían perdido su poder adquisitivo.

Todo ha hecho que esta generación se enfrente al futuro con una riqueza acumulada muy inferior a la de las anteriores. Según el informe, el patrimonio neto de los menores de 35 años se ha reducido un 50% en 15 años, mientras que la evolución para el resto de los grupos de edades ha oscilado entre -39% y +25%, entre los mayores de 75 años. Por otra parte, los jóvenes españoles tardan ahora tres años más en emanciparse que sus vecinos europeos (29,8 años con respecto a 26,5). La coordinadora del proyecto de derechos de la juventud de Oxfam Intermón, Julia García, lo denomina "la maldición de la eterna juventud que va más allá de los 30 años". Las dos organizaciones alertan de que, con un presente "truncado", los jóvenes de hoy serán un "débil apoyo" para la sociedad del futuro y por eso han reclamado políticas públicas innovadoras y ambiciosas que den respuesta a la situación de precariedad crónica.