Nuevo batacazo. El estado español ha caído cuatro posiciones en la clasificación mundial de libertad de prensa, elaborada anualmente por Reporteros Sin Fronteras (RSF). España se situaba el año 2022 en la posición número 32 de la lista (con 76,71 puntos), mientras que este año se sitúa en el número 36 (con 79,56 puntos). La organización internacional de periodistas ha apuntado que la polarización política se refleja en los medios de comunicación, que difuminan peligrosamente la línea entre información y opinión, alimentando así una tendencia a denigrar el periodismo. RSF ha publicado la clasificación este martes día 3 de mayo, cuando se celebra el día mundial de la libertad de prensa.

El aspecto de seguridad es donde el estado español registra su peor resultado. Y eso que destacan que, a pesar de la "desescalada por el conflicto de la independencia" que ha reducido los ataques, alertan de que un número creciente de periodistas se enfrentan al acoso en las redes sociales, incluso por parte de políticos y troles de extrema derecha y de extrema izquierda. El indicador económico también ha empeorado considerablemente, pasando de ocupar la 31.ª posición a la 38.ª. La organización de periodistas ha señalado que "el alto grado de concentración de la propiedad de los medios va acompañado de una falta de transparencia sobre el nivel significativo de influencia que los propietarios de los medios ejercen sobre los funcionarios y los políticos gubernamentales". Según los periodistas, la "falta de transparencia también afecta al gasto en publicidad tanto del sector estatal como de las grandes empresas del sector privado. Desde la crisis económica del 2008 y la consiguiente pérdida de puestos de trabajo en el sector de los medios, el periodismo se ha convertido en una profesión crónicamente precaria".

Mejora del contexto sociocultural

El único aspecto en el cual España mejora es en el indicador social, que ha pasado de ocupar la 39.ª posición a la 31.ª. RSF destaca que la sociedad española "es tolerante y abierta a la diversidad", y los periodistas pocas veces son sometidos a ninguna otra presión que no sea de las autoridades. El Estado ha iniciado el proceso de despenalización de los "insultos en la corona" y otros delitos contra "los símbolos del estado" que han obstaculizado la libertad de expresión en el pasado.

Con respecto al contexto político, se mantiene en la 38.ª posición, y RSF señala que un segmento de los medios está polarizado y sustituye cada vez más el reportaje por la opinión, una tendencia que alimenta la desconfianza pública hacia los periodistas. También tiene en cuenta la influencia de la extrema derecha, poniendo de ejemplo a Vox, que lo acusa de seguir difundiendo información falsa y negando a los periodistas y a los medios el acceso a sus ruedas de prensa y otros acontecimientos.

La libertad de los medios, en alerta

El informe señala que la libertad de los medios de comunicación está en una situación muy grave en un número récord de países. El Índice Mundial de la Libertad de Prensa advierte que la desinformación, la propaganda y la inteligencia artificial suponen una amenaza creciente por el periodismo. Este informe revela que hay 31 países, sin precedentes, que están en una "situación muy grave", delante de los 21 que había hace solo dos años. Según la lista, el auge de la agresividad de los gobiernos autocráticos, y algunos presuntamente democráticos, sumado a las "campañas masivas de desinformación o propaganda" ha provocado que la situación mantenga una tendencia a ir peor. El secretario general de RSF, Christophe Deloire, ha afirmado que "este año hay más rojo en el mapa de RSF que nunca, ya que los líderes autoritarios se devuelven cada vez más atrevidos en sus intentos de silenciar la prensa".

Así pues, el entorno del periodismo se considera "malo" en siete de cada 10 países, en cambio, es satisfactorio solo en 3 de cada 10, según RSF. La encuesta evalúa la situación de los medios de 180 países, donde se analiza la capacidad de los periodistas para publicar noticias que sean de interés público sin amenazas por su propia seguridad. Además, también destapa que los avances tecnológicos sirven para los gobiernos y los dirigentes políticos distorsionar la realidad, así como la capacidad de publicar contenido falso, que aseguran que es más fácil de publicar que nunca. Así pues, el informe destaca que "la diferencia se está difuminando entre verdad y falso, real y artificial, hechos y artificios, poniendo en peligro el derecho a la información".

Situación de la libertad de prensa

La situación de la libertad de prensa es "muy grave" en 31 países, "difícil" en 42, "problemática en 55 y solo en 52 es "buena" o "muy buena", casi todos ellos en Europa. Noruega lidera la lista por séptimo año consecutivo, seguido por Irlanda, que se ha beneficiado del retroceso de Finlandia, donde dos periodistas condenados por revelación de secretos de Estado, y para Suecia, penalizada por una nueva ley que dificulta la confidencialidad de las fuentes.

Más estable es la parte baja de una clasificación que sigue cerrando Corea del Norte, por delante de China, la prisión mayor para periodistas del mundo y una de las principales factorías de contenidos de propaganda, y Vietnam, que ha reforzado la persecución de reporteros y comentaristas independientes. Entre las caídas destaca los Estados Unidos, donde a pesar de la buena voluntad de la Administración del presidente, Joe Biden, el asesinato de dos periodistas ha impactado negativamente su posicionamiento (45). Las buenas noticias llegan del lado de países como Australia, que gana 12 plazas, o Malasia, que progresa 40.