El próximo lunes 26 de septiembre la NASA pondrá en marcha por primera vez a la historia la famosa estrategia de la defensa planetaria. El asteroide en cuestión se llama Didymos, y la nave impactará contra la luna de este asteroide, denominada Dimorphos, de 160 metros de tamaño. No es un objeto peligroso, es simplemente la primera de las pruebas que se hace de un mecanismo de defensa que se podría utilizar en caso necesario. Según explica en varios tuits el divulgador científico Joan Anton Català, se ha escogido un objeto doble por el motivo siguiente: aunque el impacto se producirá en 24.000 km/h y la nave pesa unos 550 kg, la luna de este asteroide, Dimorphos, ni lo notará. No obstante, el choque tendrá una ligerísima afectación en su órbita en torno al asteroide principal, que podrán detectar y analizar los científicos.

Utilizando algunos de los telescopios más potentes del mundo, el equipo de investigación de DART completó el pasado mes de julio una campaña de observación de seis noches para confirmar los cálculos anteriores de la órbita de Dimorphos, el objetivo del asteroide de DART, en torno a su asteroide padre más grande, Didymos, confirmando donde se espera el asteroide, en el momento del impacto. DART, que es el primer intento del mundo de cambiar la velocidad y la trayectoria del movimiento de un asteroide en el espacio, prueba un método de desviación de asteroides que podría resultar útil si surge esta necesidad en el futuro para la defensa planetaria.

La defensa planetaria

La nave DART lleva un pequeño CubeSat italiano (LiciaCube), que se liberará horas antes del impacto y recogerá imágenes y datos del acontecimiento, informa a Anton Català. La estrategia de defensa contra asteroides se basa, principalmente, en detectar el peligro con años de antelación para, justamente, poder poner en marcha mecanismos de desviación, como lo que ahora se probará. DART será la primera prueba, pero se harán otros para perfeccionar el mecanismo de defensa. El año 2024 la ESA elevará la misión HERA, que se acercará a Dimorphos para analizar con más detalle el impacto de DART. Y China ha anunciado pruebas similares el próximo año.

La NASA, a través de un comunicado, comenta que, sin embargo, entender la dinámica de la órbita de Dimorphos es importante por razones más allá de garantizar el impacto de DART. Si la nave DART consigue alterar el camino de Dimorphos, la luna se acercará más hacia Didymos, acortando el tiempo que tarda en orbitarla. Medir este cambio es sencillo, pero los científicos tienen que confirmar que nada más que el impacto está afectando a la órbita. Eso incluye fuerzas sutiles como el retroceso de radiación de la superficie calentada por el Sol del asteroide, que puede empujar suavemente el asteroide y hacer que su órbita cambie.

10,8 millones de kilómetros de distancia

A finales de septiembre y principios de octubre, en torno al momento del impacto de DART, Didymos y Dimorphos harán su aproximación más próxima a la Tierra en los últimos años, a aproximadamente 10,8 millones de kilómetros de distancia. Desde marzo de 2021, el sistema Didymos había sido fuera del alcance de la mayoría de los telescopios terrestres a causa de su distancia de la Tierra, pero a principios de este mes de julio el equipo de investigación DART utilizó potentes telescopios en Arizona y Chile para observar el sistema de asteroides y buscar cambios en su brillantez. Estos cambios, denominados "acontecimientos mutuos", se producen cuando uno de los asteroides pasa por delante del otro a causa de la órbita de Dimorphos, bloqueando parte de la luz que emiten.

Aunque ningún asteroide representa una amenaza para la Tierra, la misión DART demostrará que una nave espacial puede navegar de manera autónoma hasta un impacto cinético en un asteroide objetivo relativamente pequeño y que esta es una técnica viable para desviar un asteroide en un rumbo de colisión con la Tierra si uno está alguna vez descubierto.