Alberto Martín, el abogado que ha llevado hasta ahora la defensa de los padres de Nadia, la niña afectada de una enfermedad rara, cuya familia se investiga por presunta estafa, tiene previsto dejar de representar al progenitor Fernando Blanco después de que se produzca la declaración prevista este viernes en Lleida.

Fernando Blanco y la madre de la menor, Margalida Grau, han sido citados a declarar por el magistrado de la Seu d'Urgell al encontrar indicios de delitos de provocación y explotación sexual en el padre después del hallazgo de unas fotografías de la menor en uno memoria USB.

El abogado, en una entrevista en Antena 3, ha precisado que la defensa de los dos progenitores "no es incompatible porque no son enemigos", pero ha admitido la dificultad de seguir representando los dos ante la complejidad que va adquiriendo el caso y el "calibre de los argumentos que hacen falta en una defensa".

Con respecto a la decisión de dejar la defensa de Fernando Blanco y seguir representando a Margalida Grau, el abogado ha explicado que la decisión ha sido adoptada teniendo en cuenta el bien de la menor. "Creemos que será lo más conveniente para la niña, ya que es la progenitora quien está con ella y la que tiene más posibilidades de recuperar la patria potestad", ha explicado el letrado.

Defensas independientes

Alberto Martín ha incidido, sin embargo, que la decisión de dejar la defensa de Fernando Blanco no está relacionada con el nuevo rumbo que ha cogido la investigación al encontrarse las fotografías de contenido sexual. "No queremos que parezca que, justo ahora, que eso se complica, nosotros damos un paso atrás, porque hemos hablado sobre la opción de que las defensas sean independientes", ha explicado Martín.

El abogado ha insistido en defender a los padres de Nadia y ha asegurado que se encuentran "hundidos" y tienen la sensación "que alguien quiere destruirles sin saber cuál puede ser su motivación". Martín ha asegurado que Fernando Blanco y Margalida Grau sostienen que "no ha habido nunca la más mínima intencionalidad sucia en ningún acto de familia" y, según su opinión, "dicen la verdad".

Según ha explicado, la pareja sostiene que "no se solían grabar (manteniendo relaciones íntimas)" porque "nadie se graba habitualmente", aunque el abogado ha añadido que "nunca se sabe si un día, puntualmente, hace un tiempo cuando la niña tenía una edad física de cinco o seis y mental de cuatro tuvieron este punto de intimidad que ellos sabrán explicar y contextualizar".