La mitad de las víctimas de abusos sexuales en Catalunya son menores de edad. Es el alarmante dato que se extrae del informe de Derechos de los Infantes en Catalunya, realizado por Save The Children y al cual ha tenido acceso este periódico. Bajo el título Aquí, hoy, aún, el informe pone en evidencia que prácticamente uno de cada tres niños catalanes de entre 13 y 18 años (34%) han sufrido algún tipo de agresión sexual durante el curso pasado.

El informe también alerta de otros fenómenos crecientes en la sociedad catalana como la desigualdad económica, que afecta a los más pequeños, y como esta tiene efectos nefastos en lo que se refiere al acceso a una vivienda y a sus cuidados esenciales, especialmente por lo se refiere a la salud y a la educación. En este informe, también se pone de relieve el desamparo en el que quedan los menores extranjeros no acompañados, un colectivo especialmente vulnerable y en riesgo de exclusión social.

Maltratos y abusos

Solo en 2016, con los últimos datos disponibles, se atendieron 1.808 menores por violencia doméstica, lo que supone el doble en relación al 2012. Los infantes son además el colectivo más afectado por los abusos sexuales denunciadas, con un 65% de los casos, y la mayoría de agresiones sexuales, que representan el 34% de los casos.

Lo más preocupante es que, según recoge el informe, un 17% de la población ha sufrido una agresión sexual en la niñez o juventud. De hecho, en el último año, un 30% de los alumnos de ESO sufrieron una agresión sexual.

Infantes empobrecidos

Según alerta el informe la desigualdad económica ha aumentado de forma más significativa entre los infantes que en el conjunto de la población catalana. Esto se produce porque las familias con hijos (23%) y las monoparentales (40,4%) registran un mayor riesgo de pobreza que las casas sin hijos (14,9%). De hecho, la cifra de menores en una situación de pobreza extrema alcanzó en 2016 los 203.864 infantes, todo un récord.

De hecho, si se observan los datos del índice Gini —que marca la brecha entre las clases más ricas y las pobres—, en los últimos diez años, la desigualdad ha empeorado en mayor medida entre los infantes (+3,1 puntos desde 2008) que entre la mayoría social del país (+2 puntos).

Las familias monoparentales son las que más están sufriendo la crisis y desde Save The Children lo achacan al hecho que la renda media mensual por persona en Catalunya es de 1.055 euros, todo cuando el coste del alquiler se dispara hasta los 596 euros de media. Dicho de otra manera: en caso de no disponer de un vivienda en propiedad, más de la mitad de los ingresos mensuales se van al alquiler, algo insostenible para una familia monoparental.

Estas diferencias entre clases generan grandes diferencias por lo que se refiere al acceso a una vivienda digna, a la enseñanza o a la salud. De hecho, entre los colectivos más pobres se ha disparado la presencia de obesidad y sobrepeso, fenómenos relacionados con la malnutrición de los hogares más pobres.