Hoy se cumplen dos semanas que Julen cayó en un pozo en Málaga y, automáticamente, se convirtió en el centro de todos los focos de diarios y televisiones de toda España. Lamentablemente y después de muchos esfuerzos de rescate, la madrugada de viernes a sábado se encontró el cadáver del niño en el fondo del pozo.
Las portadas de ayer, pues, no pudieron sacar partido a la última noticia. Cosas del papel, ya que cuando se supo los diarios ya estaban en las rotativas. Este domingo, sin embargo, se han cuidado de recuperar el tiempo perdido y algunos han sacado sí o sí las portadas que les quedaron en recámara. Sin manías y sin límites. Ni la muerte, ni la intimidad, ni el respeto al luto les ha parado.
Las portadas más descaradas han sido las del ABC y La Razón. Abren a toda portada con una imagen del padre, con una pelota del niño en las manos, y otros familiares sentados en el tanatorio. Los titulares que acompañan la imagen apuestan por hacer juegos de palabras que, en algunos casos, rozan la absurdidad: "Un pozo de amargura", dicen los primeros, y "Un balón al cielo", titulan los otros.
A la misma línea de juegos de palabras y alegorías, también se ha sumado La Vanguardia. "Buenos días, tristeza". Ellos, como mínimo, se ahorran la imagen de los familiares destrozados y lo limitan a las caras del mineros que participaron en el rescate.
El tema también aparece a las portadas de El País y El Mundo. En estos casos, sin embargo, no se explota tanto el drama, y la noticia se explica con un titular sobre las novedades de la autopsia y una entradilla. Ni imágenes, ni metáforas sobre un caso que ha hecho saltar todas las alarmas sobre los límites éticos de la profesión.
