La Intersindical-CSC ha presentado este lunes el preaviso de huelga general para el próximo 8 de Marzo con el lema: "Hacemos la República Feminista, en el trabajo y en todas partes". Esta decisión se ha tomado después de que el movimiento Huelga Feminista haya decidido convocar huelga este 8 de marzo.

La huelga laboral se vuelve a convocar a convocar el 8M, como en los dos últimos años. Desde el sindicato aseguran que conscientes de la dificultad que la Huelga sea en domingo, ya que limita el seguimiento, pero al mismo tiempo permite hacer huelga y visibilizar a los colectivos que trabajan en festivos, algunos claramente feminizados y precarizados, como la limpieza, la hostelería o el cuidado de las personas. De esta manera, creen que tiene que facilitar salir a la calle y visibilizarse por todo el país.

Detallan que los motivos para convocar huelga laboral el 8M son específicos en tanto que persiguen denunciar las violencias y desigualdades que nos atraviesan a las mujeres, también y concretamente en el mundo laboral, así como reivindicar medidas políticas y laborales que las reviertan y las erradiquen. E históricos en la medida en que estas condiciones de vida y de trabajo las hemos sufrido siempre y nos son impuestas por el hecho de ser mujeres. Y las se sufren cada día, también los domingos.

La brecha salarial en Catalunya

En este sentido, hay que recordar que la brecha salarial en Catalunya es de un 23% y que los derechos laborales en el Estado español están en regresión los últimos años. Estos recortes, junto con la precarización impulsada por las últimas reformas laborales afectan especialmente a las mujeres, que sufrimos más riesgo de caer en la pobreza (muchas veces, a pesar de tener trabajo), en la exclusión social y en el paro. También accedemos al mundo laboral en peores condiciones generales que los hombres y en trabajos consideradas de menor valor social, más precarias y peor remuneradas.

Asimismo, las tareas domésticas y el cuidado familiar, a menudo tanto menospreciadas e invisibilizadas, siguen recayendo mayoritariamente en las mujeres y son gratuitas, representando una inmensa plusvalía para el capital. Las mujeres, además, sufren discriminación en razón de género y acoso sexual en el trabajo sin que haya consecuencias laborales, sociales y penales para quien las ejerce, en muchos casos.