La manifestación okupa que este sábado tenía que tener lugar en la plaza Alfons Comín de Barcelona no ha tenido éxito. La protesta, que no había sido notificada a las autoridades, se había convocado a redes sociales y pretendía ser una "venganza" del movimiento okupa contra el desalojo de El Kubo y La Ruina, en la Bonanova. Los Mossos d'Esquadra han desplegado este sábado un fuerte dispositivo policial en la plaza Alfons Comín con más de una decena de furgones y un número importante de agentes. El fuerte dispositivo policial ha servido para disuadir la protesta antes de que cogiera forma. Los agentes han ido identificando en todos los grupos de manifestantes que se acercaban a la plaza y este 'modus operandi' ha servido para disuadir las intenciones de todo el mundo que se acercaba en el lugar donde se había convocado la manifestación okupa. Grupos de 10 o 20 personas se han ido acercando al centro de la plaza, pero inmediatamente eran identificados por los agentes, acto seguido se dispersaban y se han dirigido a calles próximas a Alfons Comín.

Después de que los manifestantes se dispersaran hacia calles próximas en la plaza, se han producido algunos disturbios en calles próximas a Gran de Gràcia y plaza del Nord. Algunos individuos han roto los cristales de algunos escaparates, como el de un establecimiento de Movistar y una inmobiliaria, y la policía ha continuado haciendo identificaciones y han tratado de dispersar el grupo de personas que rondaban por las calles de Gracia malogrando los escaparates de oficinas de bancos. Un cajero de La Caixa ha quedado completamente destrozado tras el paso de los manifestantes okupas.

Un caixer destrossat per manifestants okupes a Gràcia Pau de la Calle
Un cajero de La Caixa destrozado por los manifestantes / Foto: Pau de la Calle
Los Mossos en la plaza Alfons Comín de Barcelona por|para la manifestación okupa / Foto: Pau de la Calle
Los Mossos en la plaza Alfons Comín de Barcelona por la manifestación okupa / Foto: Pau de la Calle

Todo empezó porque el jueves por la mañana 300 agentes de los Mossos d'Esquadra derrotaron a los okupas que querían evitar, con violencia, haciendo lanzamientos de todo tipo de material -sacos de escombros, cojinetes metálicos y pirotecnia-, que se pudiera llevar a cabo la orden judicial que pedía desalojar las dos fincas, el Kubo y la Ruina, junto a la plaza de la Bonanova, en la parte alta de la ciudad de Barcelona. Desde las cinco y media de la mañana los agentes perimetraron la zona y después, poco a poco, fueron ganando posiciones en la finca, debilitando la valla perimetral y accediendo primero en el patio y después hasta la parte alta, a la terraza del Kubo y el tejado de la Ruina. Después de completar el desalojo de las dos polémicas fincas, el movimiento okupa de Barcelona encendió la maquinaria para convocar una protesta de venganza, la que tenía que tener lugar este sábado por la noche, pero ha acabado en fracaso.