La presión creciente durante estas últimas semanas ha provocado que finalmente la Iglesia católica española haya aceptado someterse a una auditoria independiente sobre los abusos sexuales cometidos contra menores. Así lo ha informado la Conferencia Episcopal Española en un comunicado en que detallan que el presidente de la Conferencia Episcopal, el cardenal Joan Josep Omella, y el presidente de la firma legal Cremades&Calvo Sotelo, Javier Cremades, darán a conocer los pormenores de esta auditoría este martes 22 de febrero. El despacho profesional abrirá un cauce independiente para recibir eventuales denuncias, revisará los procedimientos jurídicos tendentes a sancionar las prácticas delictivas y ofrecerá su colaboración a las autoridades para ayudar a esclarecer los hechos y establecer un sistema de prevención que satisfaga las demandas sociales al respecto, según han informado las partes en un comunicado. 

Desde Gobierno, esta decisión se ha recibido con el "total respeto", mientras se espera que la Iglesia acepte colaborar con la comisión del Defensor del Pueblo donde podrán aportar los resultados de su auditoría: "Sería muy bueno para la Iglesia que colabore con el Defensor del Pueblo", han defendido fuentes gubernamentales. A principios de mes, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, decidió que el Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, será quien  lidere la investigación sobre los abusos, con la ayuda de una comisión creada al efecto y formada por expertos y otros colectivos. 
 

Manifiesto de las víctimas 

En la última semana, un grupo de víctimas de estas agresiones sexuales en la Iglesia católica, han hecho público un manifiesto en el que piden al conjunto de las fuerzas políticas que se "pongan de acuerdo" para iniciar un proceso de escucha y de investigación que "esclarezca las responsabilidades que sean oportunas". El documento, que firman como Víctimas por la Verdad, cuenta con el apoyo, entre otros, del escritor Alejandro Palomas, cuyo testimonio sobre los abusos que sufrió cuando era pequeño por parte de un hermano del colegio de La Salle en Premià de Mar ha supuesto un antes y un después,  y de Manuel Barbero López, de la Asociación Manos Pequeñas. En él, se exige a todos los partidos políticos "un pronunciamiento en defensa de los derechos de la infancia y que apuesten por el despliegue de políticas públicas de prevención de la pederastia", para que no se repitan los hechos que han denunciado.

En el documento, las víctimas demandan a las fuerzas políticas que "no utilicen su cercanía o intereses con la Iglesia católica para evitar abordar la cuestión de la pederastia", mientras remarcan que algunas siguen siendo creyentes y que no quieren que "se confunda la obligación de las administraciones públicas de proteger los derechos humanos con una actitud anticlerical, como se ha dicho por parte de algunas formaciones políticas". Además, han mostrado su aprobación a la creación de una comisión parlamentaria que escuche a expertos nacionales e internacionales, así como a responsables públicos, representantes de la Iglesia y de las víctimas para "poder diseñar luego una hoja de ruta compartida que nos permita abordar la problemática".

Reunión de Aragonès y Palomas 

Por su parte, el Govern ya ha anunciado que creará un grupo de trabajo interdepartamental y apoyará una comisión parlamentaria sobre los abusos a menores en algunos colegios religiosos, un asunto que es "una prioridad" para el ejecutivo catalán. Lo anunció la pasada semana el president Aragonès, después que él y la consellera de Drets Socials, Violant Cervera, se reunieran con el escritor Alejandro Palomas. En un encuentro que se alargó durante más de una hora, los tres mantuvieron una conversación  "muy sincera y desgarradora". 

Asimismo, explicaron que el ejecutivo autonómico creará "un grupo de trabajo Interdepartamental para seguir abordando este tema y trabajarlo con la máxima transversalidad, coordinado desde Drets Socials". También le trasladaron a Palomas que darán todo el apoyo desde el Govern a la comisión parlamentaria y que "es muy importante que ningún niño ni niña vuelvan a pasar por una situación tan dolorosa, así como reparar el dolor causado a las víctimas de abusos".