La Fiscalía General del Estado no descarta trasladar a la Audiencia Nacional el caso del francotirador detenido y en prisión provisional por haber preparado presuntamente un atentado contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por la exhumación del cuerpo de Franco del Valle de los Caídos.

De momento el caso está en el juzgado de instrucción número 3 de Terrassa. El hombre está investigado por conspiración por atentar contra la autoridad con uso de arma, delito de amenazas graves, delito de tenencia ilícita de armas, municiones y explosivos, y un delito de odio.

El hecho que aunque las pruebas, como los mensajes de Whatsapp, mostraran la clara intención de atentar contra el presidente del estado español —una de las tipologías del delito de terrorismo—, pero que la fiscalía, el juez y los Mossos no valoraran este delito, ha crispado a la opinión pública y ha provocado comparaciones inevitables con el caso de los CDR.

Hoy fuentes de la Fiscalía General del Estado han explicado que el fiscal que lleva el caso en Terrassa "no descarta que se pueda remitir a la Audiencia Nacional, pero de momento continúa en Terrassa". Los próximos días, por lo tanto, y en función de como evolucione la instrucción, se acabará de tomar la decisión.

"Una forma de hablar"

Manuel Murillo afirmó durante su declaración ante el juez que los mensajes en que manifestaba su intención de matar a Pedro Sánchez eran "una forma de hablar". El francotirador negó que quisiera disparar contra el presidente español, según ha informado el programa a Espejo Público de Antena 3.

El detenido declaró delante del instructor que todo era "una fantasía estúpida provocada por la ingesta de alcohol". "He alucinado, ahora que lo he leído," llegó a decir. Respecto al arsenal encontrado en su domicilio, Murillo lo calificó de normal.

La instrucción hasta ahora

Los Mossos d'Esquadra detuvieron al presunto francotirador, Manuel Murillo, después de un aviso de una mujer que vio sus comentarios en un chat de Whatsapp. Estos comentarios cada vez cogieron más intensidad, hasta el punto de devenir amenazas y de pedir ayuda para cometer un atentado y matar al presidente del Gobierno. Cuando los Mossos lo detienen se encuentran un arsenal de armas en su casa, lo que hace "que pese más la tenencia de armas que las amenazas". Y eso es lo que lleva a los Mossos a acabar poniendo en manos del juez con los cargos del delito de tenencia ilícita de armas.

Después es el juez, una vez ha tomado declaración al acusado, quien decide las medidas cautelares y los delitos por los que se lo investiga. En este caso determina el delito de conspiración por haber atentado contra la autoridad con uso de arma, delito de amenazas graves, delito de tenencia ilícita de armas, municiones y explosivos, y un delito de odio.

No hay terrorismo, de momento, pero sí conspiración por atentar contra la autoridad. La principal diferencia que marca el criterio del juez es que no hay ninguna organización criminal vinculada a los hechos ni la pertenencia del detenido a ninguna organización.

Franco y Catalunya

La intención de matar a Pedro Sánchez queda argumentada en los mensajes de Whatsapp del detenido por la exhumación del cuerpo de Francisco Franco.

Sin embargo, el recurso que presenta el abogado del acusado en que reclama su libertad provisional pone sobre la mesa el contexto político catalán. Dice exactamente: "Las manifestaciones del investigado se tienen que interpretar en el contexto de la problemática política ocurrida a Catalunya".

La defensa obvia el motivo principal del presunto atentado y mezcla el proceso independentista en la investigación de lo que habría sido el asesinato del presidente del Gobierno.