Es la sexta bandera española que quema. Tiene cuatro casos abiertos y uno archivado. Y hoy, ha vuelto a las andadas. A las 12 del mediodía ha quemado una bandera española en la plaza Sant Jaume como protesta por la citación judicial por un delito de ultraje a España. Hoy ha quemado la bandera ante la Generalitat para denunciar que el Govern sigue el juego enviando a los Mossos a detenerlo, en un caso, o a identificarlo.

"No entienden que la democracia es la libertad de expresión", ha dicho en declaraciones a ElNacional.cat, afirmando también que España contraviene lo que piensa Europa. Y es que hace sólo una semana que el Tribunal Constitucional de Bélgica ha tumbado la ley de injurias a la Corona en el país a raíz del caso por la extradición del rapero Josep Miquel Arenas, alias Valtònyc.

Hoy, en una plaza Sant Jaume llena de reivindicaciones, hoy de los bomberos, ha quemado la bandera como protesta también contra la monarquía y contra "un jefe de estado ladrón huido de la justicia", haciendo referencia al rey emérito Juan Carlos I.

Después de quemar la bandera, sin embargo, aunque los Mossos d'Esquadra lo han visto, ni lo han identificado ni lo han detenido.

Vídeo: Sara Brull

Las otras banderas

La última bandera que quemó fue el 12 de octubre, en la calle Diputació, durante la manifestación antifascista. Por este hecho, los Mossos d'Esquadra lo identificaron y ahora le ha llegado la citación judicial. Tiene que ir a declarar el 16 de noviembre asistido por un abogado y el juez de instrucción 17 de Barcelona le avisa de que si no se presenta, lo podrían ir a detener en su casa.

El 30 de septiembre quemó tres banderas más con motivo de la visita del rey Felipe VI en el Salón del Automóvil. Aquel día los Mossos lo identificaron.

La primera denuncia por ultraje a España fue por quemar la bandera el 27 de junio del 2019 delante del MNAC, donde se celebró una cena con motivo de la visita del rey Felipe VI. La instrucción del caso dirigida por el juzgado de instrucción número 13 de Barcelona acabó archivada. Este archivo es el que, según él, le da la fuerza para continuar.

A cara descubierta

Todas las quemas de bandera las hace a cara descubierta. "No me tengo que tapar la cara porque no estoy haciendo nada malo", afirma. E insiste en que este hecho no es un delito, sino el ejercicio de un derecho fundamental como es la libertad de expresión.

La mayoría de veces que queman la bandera española lo hacen con la cara tapada. El recorrido judicial que tiene este tipo de delito tiene que pasar por la Audiencia Nacional porque quemar la bandera es inconstitucional. Y por eso la mayoría de las veces y la posibilidad de acabar denunciados por la Fiscalía de la Audiencia Nacional hace que los autores de las quemas se tapen la cara. No ha sido así en la protesta de este mediodía contra Felipe VI, el rey español.

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha condenado varias veces a España por violar la libertad de expresión cuando se castiga el ultraje a símbolos del Estado, actos de expresión política que comunican un legítimo rechazo. En 2007 dos independentistas condenados por quemar las fotos del rey Juan Carlos I recurrieron ante el Constitucional, que confirmó la sanción de 2.700 €. Pero, después de recurrir, Estrasburgo revirtió la condena.

Quemar fotos del rey sí que estaba amparado por la libertad de expresión. Estas acciones formaban parte de las condiciones de "pluralismo, tolerancia y amplitud de miras sin las cuales no hay una sociedad democrática". El TEDH consideró de manera unánime que se había producido una violación del artículo 10 del Convenio Europeo de Derechos Humanos. España tuvo que indemnizar a los absueltos con 9.000 € cada uno.