María José Carrasco, afectada de esclesoris múltiple desde hace treinta años, murió ayer miércoles en su domicilio de Madrid. Horas después Àngel Hernández, su marido, fue detenido por agentes del Cuerpo Nacional de Policía acusado de haber suministrado a su mujer, en fase terminal, una sustancia para ayudarla a morir.

Ángel Fernàndez no ha querido esconder que ha ayudado a su mujer a morir, cansado de esperar que se aprobara la ley de eutanasia. La pareja ya denunció su situación a Telecinco ahora hace unos meses.

María José Carrasco, de 62 años, llevaba años sufriendo y pidiendo morir dignamente. Su enfermedad era irreversible y dependía de su marido, que en toda momento ha cuidado de ella. Sufría un deterioro físico masivo.

El SEM alertó a la policía de los hechos. El hombre, al ser detenido, no escondió que había ayudado a su mujer a morir, cumpliendo sus deseos.