Más castigo. El Tribunal de Apelación de Nimes, en el sur de Francia, ha condenado a Husamettin Dogan a 10 años de prisión -un año más que en primera instancia- por haber violado a Gisèle Pelicot, aprovechando que su entonces marido, Dominique Pelicot, la había drogado con somníferos la noche del 28 al 29 de junio de 2019. Según ha informado la agencia Efe este jueves, la corte ha endurecido así la condena que hace un año se impuso a este hombre de 44 años, padre y obrero de profesión, el único que recurrió contra la sentencia en la que también fueron declarados culpables 50 hombres más por agresión sexual y violación bajo sumisión química. El caso de víctima de esta violación masiva en Francia golpeó e indignó a la opinión pública. Pelicot, acompañada por su hijo Florian Pelicot, ha tenido que ir a un tribunal a volver a dar testimonio del infierno vivido. Al acabar el juicio, Pelicot no ha hecho declaraciones y ha sido aplaudida por un grupo de personas, que la esperaba fuera del edificio judicial.
El tribunal ha considerado probada la culpabilidad de Husamettin Dogan al acudir al pueblo de Mazan (sur de Francia), donde residía la víctima junto a su entonces marido, violarla y hacerlo bajo sumisión química, aprovechando que la mujer estaba completamente inconsciente por las grandes cantidades de somníferos y ansiolíticos que le administraba el exmarido, Dominique Pelicot, a escondidas. La decisión ha sido tomada en apenas tres minutos por un jurado popular formado por nueve miembros, cinco hombres y cuatro mujeres, además de dos magistrados y el presidente, Christian Pasta.
Repetir el testimonio
En una de las sesiones, este miércoles, Pelicot se encaró e increpó a su violador: “¿Cuándo lo reconocerá? ¡Asuma sus actos!”. Pelicot, que fue víctima de agresiones sexuales en su domicilio durante más de una década, ha reprochado al acusado que se presente como una víctima y que se responsabilice al exmarido: “No es víctima del señor Pelicot. Asuma la responsabilidad de sus actos y deje de escudarse en su cobardía”. Dogan fue condenado en diciembre de 2024 a nueve años de prisión por violación agravada, pero en su recurso culpaba a Dominique Pelicot de haberle “tendido una trampa”. El tribunal de Nimes no lo ha creído.
Nuevamente, Gisèle Pelicot ha tenido que afrontar un juicio y ofreció un testimonio claro, directo y cargado de emoción. “Me violó, no es una escena de sexo. Estas escenas son horribles, siempre viviré con estas imágenes en mi cabeza”, declaró ante la corte de apelación Nimes.
Por su parte, el acusado, el único de los 51 agresores condenados por el caso que ha presentado recurso, ha intentado defenderse asegurando que se sintió amenazado por Dominique Pelicot y que por eso decidió quedarse aquel día en el domicilio conyugal en Mazan. Sin embargo, no ha precisado qué tipo de amenazas habría recibido. Dogan, que se enfrentaba a una pena de 20 años de prisión en apelación, compareció con la cara tapada por unas gafas de sol, una mascarilla y una boina. La vista se inició con la proyección de 14 vídeos grabados por el mismo Dominique Pelicot, en los que Gisèle aparece absolutamente inmóvil, sin ningún signo de actividad. Los videos han sido la prueba clave para condenar a los agresores.
El caso de Pelicot ha sido un ejemplo para las víctimas de violencia machista: su valentía ha demostrado que son los agresores sexuales quienes deben avergonzarse y no las víctimas, aseguran las asociaciones de mujeres y juristas.