Durante el embarazo, los expertos recomiendan que las madres no coman ciertos alimentos, como por ejemplo pescado o carne cruda. Ahora, sin embargo, el Grupo de Investigación en Nutrición y Salud Mental (NUTRISAM) de la Universitat Rovira i Virgili ha revelado otra serie de alimentos que no son recomendados: los hidratos de carbono. Relacionan el consumo de los hidratos de carbono durante la gestación con la aparición de problemas psicológicos en los niños. Según el estudio, el consumo de estos incrementa la carga glucémica y crea un desequilibrio en la aportación de nutrientes al feto.

También conocidos como en carbohidratos o glúcidos, los hidratos de carbono representan la principal fuente de energía de nuestra dieta. Sin embargo, su calidad nutricional es diferente según los alimentos que los contienen. Por ejemplo, los alimentos azucarados, como los refrescos, las golosinas o algunos productos procesados, pueden tener efectos negativos sobre la salud, a corto y a largo plazo. Por eso, ponen el foco en la calidad y cantidad de los hidratos de carbono y recomiendan el consumo de alimentos con baja carga glucémica, como aquellos elaborados con harinas integrales, legumbres u hortalizas.

Más propensos a sufrir ansiedad, depresión y retraimiento

Para determinar el impacto de la carga glucémica en la conducta de los niños los investigadores de la URV estudiaron la dieta de mujeres durante el embarazo y su impacto sobre el comportamiento de sus hijos al cabo de cuatro años, mediante el cuestionario Check Behavior Checklist, una herramienta utilizada a escala internacional, que consiste en un test de 99 afirmaciones sobre la conducta del niño. De esta manera, según señala el equipo de NUTRISAM, se han podido detectar en los niños indicios de problemas emocionales, conductuales y sociales, relacionados con la ingesta de carbohidratos durante el embarazo.

En este sentido, los resultados del estudio revelan que llevar una dieta con una alta carga glucémica durante el primer trimestre del embarazo tiene un impacto perjudicial sobre el desarrollo neurológico de los niños a la edad de cuatro años, que se traduce en un incremento de los problemas de conducta. Más concretamente, los hijos de las madres con dietas de más carga glucémica eran más propensos a sufrir problemas de ansiedad, depresión y retraimiento que los hijos de las madres que siguieron una dieta con baja carga glucémica durante el embarazo.

El estudio, además, revela que en el caso de las niñas, esta asociación entre la alta carga glucémica de la dieta durante el embarazo y manifestaciones de problemas de conducta es todavía más fuerte. Esta relación se explicaría, según señalan, por la modulación de los niveles de glucosa en sangre, ya que las niñas son más vulnerables en este aspecto.

¿Qué alimentos recomiendan?

La investigación, liderada por Victoria Arija, recomienda, por lo tanto, el consumo de alimentos con baja carga glucémica, como por ejemplo aquellos elaborados con harinas integrales, legumbres u hortalizas, ya que los alimentos que contienen hidratos de carbono complejos que el cuerpo absorbe lentamente, acompañados otros nutrientes. Destacan que hay que evitar el consumo de refrescos, ultraprocesados o la bollería, productos con una alta carga glucémica a causa de las grandes cantidades de hidratos de carbono simples que contienen y que el cuerpo metaboliza rápidamente.

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