Cinco personas han sido detenidas en Catalunya por tráfico de menores este viernes. La policía española en coordinación con la EUROPOL ha desarticulado dos organizaciones dedicadas al tráfico de menores marroquíes. En total ha detenido a 28 personas, cuatro de ellas en Barcelona y una en Lleida, que se estima que habría traficado con un centenar de niños.

Los menores pagaban 2.000 euros para llegar al Estado en patera, 5.000 en moto de agua y 2.500 si lo hacían en vehículos o camiones, y estos precios incrementaban hasta 8.000 euros si las condiciones climatológicas eran adversas.

El operativo policial se ha hecho en dos fases, en la primera se ha desarticulado un grupo que operaba en torno a un Centro de Menores No Acompañados (LLÉVASE) a Asturias.

La investigación se inició después de detectar que en este centro había un incremento importante de menores marroquíes procedentes de una pequeña área próxima al desierto del Sáhara. La primera fase del operativo acabó con 22 detenidos, entre ellos tres trabajadores marroquíes que trabajaban en el centro de acogida.

El funcionamiento de la organización criminal

Concretamente, la policía española ha detenido a una persona en Madrid, cinco en Oviedo, dos en Gijón, cuatro en Castellón, uno en Algeciras, tres en Zamora, tres en Barcelona, uno en Lleida, uno en Bilbao y uno en Murcia.
 
Entre los arrestados hay los encargados de organizar las pateras, los que gestionaban los traslados al Estado de los MENA's, los que los alojaban previamente al ingreso en los centros de menores y a los encargados de gestionar su documentación.

Después de atravesar la frontera, los menores eran trasladados a Barcelona, Castellón, Oviedo y Bilbao donde se les ofrecía alojamiento y se les indicaba cómo comunicar en las dependencias policiales que no tenían la mayoría de edad. Una vez entraban en los centros de menores estaban controlados y se les gestionaba la documentación.

Durante las investigaciones, la policía española detectó que la organización criminal estaba vinculada con otra. Por esta razón se abrió una segunda fase de la operación que acabó con seis detenidos más, 3 de Jerez de la Frontera, 2 de Bilbao y uno de Barcelona.
 
Este grupo estaba especializado tanto en el tráfico de menores desde el Marruecos utilizando pateras como en el secuestro de estos jóvenes por parte de otras organizaciones una vez llegaban a España. Para liberarlos exigían a sus familiares 500 euros en los miembros de la organización criminal establecida en Marruecos.